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El PSOE acepta la "reestructuración de deuda" que plantea Podemos

Los socialistas abren, por primera vez, la puerta a reestructurar la deuda pública de España en su respuesta a las propuestas de Podemos.

El PSOE remitió este domingo su respuesta oficial a las 20 propuestas que presentó Podemos la semana pasada en la reunión a tres bandas celebrada junto a Ciudadanos para tratar de formar gobierno. En su misiva, los socialistas remarcan que, en realidad, coinciden ampliamente con la mayoría de medidas que plantea el partido de Pablo Iglesias.

Así, además de su proximidad en políticas como Sanidad, Educación o lucha contra la corrupción, sobre el resto de propuestas "habría un 70% de posibles puntos de encuentro si hubiésemos podido discutirlos", según indica el texto. La única discrepancia insalvable radicaría en los puntos 19 y 20 del documento elaborado por Podemos, en donde se hace referencia a la celebración del referéndum independentista y a la entrada del partido morado en un hipotético gobierno de coalición.

En el resto de medidas, relacionadas con temas económicos y presupuestarios, la proximidad entre ambos partidos es muy elevada, una vez analizadas las propuestas concretas de unos y otros. En este sentido, destaca especialmente la respuesta que ofrecen los socialistas al problema del creciente endeudamiento público, con un nivel próximo al 100% del PIB, ya que, por primera vez, el principal partido de la oposición abre la puerta a una "reestructuración" de la deuda, en unos términos muy similares a los que plantea Podemos.

En concreto, los socialistas incluyen lo siguiente en su carta de respuesta:

Una solución europea el problema del excesivo endeudamiento público de muchos países de la UE, incluido España, a través de propuestas de mutualización y restructuración (sic) coordinada de las deudas públicas en el marco de la eurozona.

Este discurso supone un importante punto de inflexión en el discurso político de los socialistas, puesto que dicha "reestructuración", entendida como un proceso de negociación con los acreedores para retrasar y/o reducir la devolución de la deuda pendiente, constituía un tema tabú, al menos hasta ahora. De hecho, Grecia es el único país de la zona euro al que se le ha aplicado este polémico mecanismo -en dos ocasiones- desde el inicio de la crisis. El resto de países rescatados no se ha acogido a esta reestructuración.

Además, cabe recordar que esta medida pondría en duda el artículo 135 de la Constitución española que PP y PSOE introdujeron en 2011 para tratar de tranquilizar a los inversores acerca del pago de la deuda española, y cuya modificación establece, entre otros aspectos, lo siguiente:

Los créditos para satisfacer los intereses y el capital de la deuda pública de las Administraciones se entenderán siempre incluidos en el estado de gastos de sus presupuestos y su pago gozará de prioridad absoluta [...]

Casi idéntica a la propuesta de Podemos

El partido de Pablo Iglesias irrumpió en el escenario político blandiendo, entre otras propuestas, la necesidad de impagar la deuda pública española de forma unilateral mediante la aplicación de quitas. Posteriormente, fue suavizando y matizando esta idea hasta abogar por una reestructuración coordinada con otros países del euro. Así, a finales de 2014, las bases de Podemos aprobaron como eje programático una resolución para "intentar promover en Europa y, especialmente, en el marco de los países periféricos, un proceso de reestructuración ordenada de deuda".

La propuesta concreta que elaboraron en su día los responsables económicos del partido morado hablaba de la necesidad de poner en marcha una "auditoría de la deuda" con el fin de "dilucidar qué deudas pueden considerarse ilegítimas". Pero con independencia de su resultado, Podemos establecía como "condición sine qua non" la apertura de un proceso de reestructuración en los siguientes términos:

Podemos intentará promover a nivel europeo y, especialmente, en el marco de los países periféricos, un proceso de reestructuración ordenada de deuda.

Este punto es casi idéntico al que acaba de presentar el PSOE. Sin embargo, Podemos añade que, en caso de que dicha reestructuración coordinada no fuera posible, habría que apostar por una alternativa unilateral, según el citado texto:

Ahora bien, insistimos en que si, a pesar de la convergencia de intereses no existe una convergencia de voluntades a nivel político entre los estados periféricos, España deberá comenzar a acometer la reestructuración en solitario o en compañía de aquellos países que estén dispuestos a ello. En cualquier caso, el peso económico de España en el interior de la Eurozona y el monto de su deuda externa viabilizan la posibilidad de liderar dicho proceso o, en caso extremo, de que sus propuestas deban ser seriamente consideradas por parte de los acreedores.

Un punto de inflexión clave

La apertura del PSOE a una posible reestructuración constituye mucho más que un guiño electoralista a Podemos de cara a un posible acuerdo o una nueva convocatoria de comicios, ya que supone ceder en uno de los ejes centrales del discurso que, hasta ahora, había blandido Iglesias.

De hecho, tal y como admiten los responsables económicos del partido morado, la defensa de una auditoría de la deuda y de un posterior proceso de reestructuración tiene por objetivo convencer a la opinión pública de que es necesario "cuestionar el dogma de que toda deuda debe pagarse con independencia de las consecuencias". Así, según el citado documento:

Esto significa que es necesario vencer el discurso de que no queremos pagar las deudas, demostrando que no es una cuestión de voluntad, ni tan siquiera de equidad social (aunque también), sino que se trata en primer término de una cuestión de eficiencia económica y de necesidad: en el marco del euro, la economía española no puede retornar a una senda de estabilidad y crecimiento -al tiempo que que intenta transformar su modelo productivo. si no acomete un proceso ordenado de reestructuración de la deuda pública que permita liberar para tales fines los recursos que ahora son transferidos desde los Presupuestos Generales del Estado –esto es, desde nuestros impuestos- a los tenedores.

El PSOE acaba de aceptar este discurso...

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