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Los alemanes se lanzan a comprar pisos por los bajos tipos de interés

La política de dinero barato hace que la compra de un inmueble sea más rentable que un fondo de inversión.

La política de dinero barato hace que la compra de un inmueble sea más rentable que un fondo de inversión.

La laxa política monetaria aplicada por el Banco Central Europeo (BCE) no solo está teniendo efecto en el mercado, también en la mentalidad de muchos ciudadanos europeos. Si el alquiler era algo habitual en otros países de la UE, son muchos los que ahora, además de ser propietarios, están pensando en adquirir su segunda vivienda.

Sebastian, un residente en Berlín que vive en su piso en propiedad, al contrario que sus padres que vivieron de alquiler toda su vida, está pensando comprar una segunda vivienda en la capital alemana como una inversión para complementar su futura pensión, informa Reuters para ejemplificar lo que está sucediendo en el país germánico.

Alemania ha sido durante décadas un país de inquilinos y ahorradores prudentes, pero son cada vez mas los alemanes que están comprando viviendas, no sólo para ser propietarios, sino en busca de rentabilidad de inversión que ya no pueden obtener con su dinero guardado en el banco o invertido en fondos de pensión.

Es una de las consecuencias del dinero barato y de la subida del precio de los alquileres en toda Alemania. Un cambio de mentalidad hacia un planteamiento más estadounidense o británico en lo que se refiere a la propiedad. Una creciente población urbana y una alta tasa de inmigración están presionando un mercado de viviendas con una tasa de construcción muy baja.

"Tengo un plan de pensiones privado, pero, pese a ser persistente en el ahorro, apenas tiene rentabilidad debido a los tipos de interés ultrabajos", lamenta Sebastian, un consultor de 38 años, que pidió no ser citado con su nombre completo porque no quiere que sus clientes conozcan sus asuntos financieros personales.

Sebastian compró su primer apartamento hace seis años para evitar la subida de los alquileres y ahora quiere comprar una segunda propiedad para convertirlo en un plan de pensiones. Actualmente es difícil encontrar un apartamento que no sea demasiado caro en Berlín.

Las cifras de la agencia de estadística de la Unión Europea muestran que un 52,5% de los alemanes vivía en 2014 en inmuebles de su propiedad, bastante por debajo de la media de la UE, que ronda el 70%. En 2006, el nivel rondaba el 42% en Alemania.

La fuerte demanda de vivienda está alimentando un boom de la construcción que está ayudando a apoyar la economía alemana. En los últimos tres meses de 2015, la construcción fue uno de los mayores contribuyentes al crecimiento y en los primeros dos meses de 2016, la inversión inmobiliaria creció aún más.

No obstante, preocupa cada vez más que se esté creando una burbuja inmobiliaria, al menos en algunas ciudades. Si explota algún día -un escenario que podría darse si suben los tipos de interés, hay un mayor desempleo y cambia la demografía-, los propietarios e inquilinos podrían verse perjudicados por igual, lo que supone un riesgo al crecimiento a medio plazo.

La falta de vivienda a precios asequibles también está obligando a las familias más pobres a alejarse de las ciudades, ampliando la distancia social en una de las sociedades más ricas de Europa y elevando las tensiones tras la llegada de un récord de inmigrantes -un millón sólo el año pasado-.

Concesión de crédito

Según el Bundesbank, el volumen total de hipotecas subió un 3,5%, la mayor tasa anual en más de una década, hasta alcanzar un récord de 1,23 billones de euros en 2015. Esto ha llevado a Andreas Dombret, miembro del consejo de gobierno del Bundesbank, a advertir de un exceso de calentamiento del mercado inmobiliario, al menos en algunas ciudades, e instó a los bancos a cumplir sus criterios para conceder créditos, que hasta ahora han sido estrictos.

Aunque algunos culpan a la especulación de parte de la subida de los precios, otros apuntan a que la vivienda sigue teniendo poca oferta debido a la falta de construcción. A esto hay que añadir que los compradores de vivienda en Alemania siguen financiando casi un tercio de sus compras en efectivo. El ratio medio de endeudamiento es del 71,7% en 2015, según Interhyp, el mayor distribuidor de hipotecas de Alemania.

Para Sebastian, los bancos alemanes siguen siendo demasiado estrictos. Desde que abrió su propia consultora sin ingresos estables sobre el papel, los bancos han dudado sobre si concederle una segunda hipoteca. Aún así, comprarse una segunda casa es más rentable que dejar los ahorros en un fondo de pensiones. "Hablar de una burbuja inmobiliaria a nivel nacional es exagerar. Es absurdo. Debido a los procesos estandarizados, los bancos no son flexibles, no importa lo que abarate el dinero el BCE", dijo el consejero delegado de Interhyp, Michiel Goris.

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