Adiós a las cajetillas de tabaco tal y como las conocemos hasta ahora. El próximo viernes 20 de mayo entra en vigor la última Directiva europea que cambia el envasado de los cigarrillos y la picadura de liar.
A partir de esa fecha, se les otorga a las compañías tabaqueras un periodo de transición de un año para que se deshagan del stock existente y empiecen a trabajar con los nuevos formatos. Desde el 20 de mayo de 2017, ya no se podrán comercializar los paquetes de tabaco actuales.
La justificación de esta medida es desincentivar el consumo de tabaco aumentando la presencia y el impacto de las advertencias sanitarias en las cajetillas. lo que implica una reducción del espacio para las marcas.
Con las nuevas cajetillas, los mensajes y las imágenes que informan sobre los efectos nocivos del tabaco, así como el contacto de los profesionales especializados en el abandono del hábito, pasarán de ocupar el 40% de las caras frontales del envase, al 65%. En los laterales, habrá otro 50% destinado a más advertencias sanitarias. En la imagen anterior, la compañía tabaquera sólo podrá utilizar la parte azul para promocionar su enseña.
La compañías tabaqueras ya han empezado a fabricar los nuevos paquetes, según ha explicado el presidente de la Mesa del Tabaco, Juan Páramo, en un encuentro con periodistas. La Mesa del Tabaco reúne a toda la cadena de valor del producto, desde cultivadores, transformadores, fabricantes, sindicatos y expendedores.
Las marcas más populares, como Lucky, Marlboro o Fortuna, tardarán 3 o 4 meses en vender todo el producto antiguo debido a que tienen más rotación. Para las firmas menos conocidas les será más difícil completar el proceso.
Los paquetes de tabaco se 'matriculan'
Como ya ha hecho en otras ocasiones, Juan Páramo, ha denunciado que este tipo de medidas "hiperregulatorias y restrictivas" contra el tabaco "pueden provocar distorsiones en el mercado sin que sirvan para cumplir su objetivo sanitario". Además, considera que "reducen al mínimo el espacio para las enseñas, lo que en la práctica supone limitar de manera brutal el espacio de las marcas".
Sin embargo, hay otra de las medidas de la Directiva que sí ha celebrado el sector. Se trata de la incorporación en las cajetillas europeas un código de identificación que informa sobre dónde se han producido esos cigarrillos y a qué mercado van dirigidos. Con ello, se ejerce un mayor control sobre el productos y se dificulta el contrabando de tabaco tanto entre los países de la Unión Europea cuyos precios son más atractivos, como con el tabaco falsificado. Será en 2019 cuando tenga que estar lista esta especie de matrícula en las cajetillas.
Un año después, en 2020, entra en vigor otra prohibición: la de los cigarrillos mentolados. Para acabar con el "atractivo" del sabor del tabaco, la normativa europea prohibirá el tabaco de sabores (como fresa o vainilla) también en 2016.
Otros países van más alla
Aunque pueda parecer que esta normativa es excesivamente restrictiva, hay otros países del Viejo Continente que han dado un paso más al desarrollarla y han aprobado el envasado genérico de las cajetillas de tabaco. Se trata de Irlanda, Reino Unido, Francia y Hungría.
Actualmente, sólo Australia ha impuesto el tabaco genérico a sus cajetillas de tabaco. La medida consiste en fabricar idénticos paquetes de cigarrillos con un pequeño espacio donde las compañías podrán poner el nombre de su marca, pero con la misma tipografía y color.
Así, se estandariza el tabaco, eliminando logotipos, colores y el diseño de las marcas propiedad de los fabricantes, lo que convierte en tarea imposible distinguir las diferentes referencias.
A pesar de que la entrada en vigor de esta normativa se conoce desde hace años, lo cierto es que todavía el Gobierno no ha traspuesto aún la normativa comunitaria a la legislación nacional. Si no lo hacen, se interpreta que entra en vigor según está redactada en la legislación europea porque se trata de una ley de mínimos, en la que los países sólo pueden modificarla añadiéndole más restricciones. A pesar del posible cambio de Gobierno que se avecina, desde la Mesa del Tabaco confían en que no se produzca ningún otro golpe para el sector.