Pablo Iglesias está "triste". El resultado del Brexit ha dejado al líder de Podemos preocupado por el futuro de la UE. Y ha elegido las redes sociales para expresarse. Por ejemplo, con este tuit, que publicaba a primera hora de la mañana de este viernes:
Día triste para Europa. Debemos cambiar de rumbo. De una Europa justa y solidaria nadie querría irse. Tenemos que cambiar Europa
— Pablo Iglesias (@Pablo_Iglesias_) 24 de junio de 2016
Es decir, que los británicos han votado por irse de Europa por la "austeridad" o por "la falta de solidaridad" o por la falta de integración política… Y no es el único Iglesias. Teresa Rodríguez, Pablo Echenique o Alberto Garzón... los principales dirigentes de Podemos mantienen el mismo discurso. Si les hubiesen hecho caso a ellos, el Reino Unido no habría querido irse de Europa.
El referéndum del Brexit no es el problema, sino el síntoma. El síntoma de una UE para los mercaderes y construida contra los pueblos.
— Alberto Garzón (@agarzon) 24 de junio de 2016
El #Brexit es hijo de la austeridad y la Troika.Necesitamos una Europa de los pueblos, una Europa de solidaridad, derechos y justicia social
— Teresa Rodríguez (@TeresaRodr_) 24 de junio de 2016
4/El problema de Europa es la austeridad, la injusticia social y la falta de democracia. Unidos Podemos apuesta por una Europa mejor.
— Pablo Echenique (@pnique) 24 de junio de 2016
Pues parece que no han leído demasiado la prensa británica en los últimos meses. Porque precisamente si algo ha centrado la campaña de los partidarios del Brexit han sido sus quejas sobre el coste de la UE, sobre las normas establecidas desde Bruselas sin intervención de los parlamentos nacionales, sobre la normativa sobre inmigración impuesta por los organismos comunitarios… Ni siquiera es cuestión de si tienen o no razón los que defienden estos argumentos. Ése es otro problema, pero parece una broma achacar el Brexit a la "falta de solidaridad".
En realidad, lo que los británicos partidarios de dejar la UE defendían es que el coste para su país era excesivo. Simplificando mucho, el argumento del UKIP y de los tories euroescépticos es que los países del norte, los ricos, están siendo los paganos de la crisis, del derroche, del despilfarro y de la falta de control de los países del sur. Sea o no cierto este argumento, es el que han utilizado para pedir el voto, junto al de la pérdida de soberanía del Reino Unido ante la superestructura burocrática de Bruselas.
Iglesias, que presenta un programa a las próximas elecciones en el que pide que le dejen gastar más, subir el déficit, más fondos de la UE para gastos en el sur de Europa, mutualización de la deuda pública, eurobonos… Este mismo Iglesias dice que el Reino Unido se ha ido por la austeridad. Es decir, que el líder de Podemos cree que los ingleses han votado a favor del Brexit porque no pagan lo suficiente al presupuesto comunitario. El de Podemos cree que si la UE les sube la factura y la aportación anual al presupuesto comunitario, a lo mejor querrían quedarse. Es una argumentación interesante.
Los nuevos europeístas
Pero no sólo estos mensajes en Twitter llaman la atención. Quizás lo más destacado sea la reciente conversión a la fe europeísta de Iglesias, Garzón y el resto de los líderes de Podemos.
Iglesias ha asegurado en una entrevista en Antena 3 que la salida de Reino Unido de la UE es una "mala noticia" para la Unión y los europeos. "En una Europa en la que se respetaran más los derechos sociales y que volviera a ser garantía de respeto de los derechos humanos y del bienestar seguramente nadie querría irse", ha añadido el líder de Podemos.
En el partido morado ha surgido este viernes el miedo a que esta decisión pueda tener repercusión en la campaña electoral, dado que creen que otros partidos pueden recordar declaraciones de miembros de Podemos como las de Pablo Iglesias, en el Congreso, asegurando que "si están dispuesto a irse, que se vayan, porque el chantaje no es una forma de negociar algo".
Por ello, Iglesias pedía esta mañana "altura política suficiente" para "no mezclar cuestiones serias de política exterior que en este caso amenazan la continuidad del proyecto de la Unión Europea con nuestras propias elecciones", y ha reclamado no aprovechar el referéndum británico "para ganar un puñado de votos". Para Iglesias, "es poco elegante en un momento tan grave tratar de arrimar el ascua a la sardina propia y aprovechar el referéndum para ganar un puñado de votos".
Como explicábamos hace unos días, el propio Iglesias dedicaba hace dos años un programa de Fort Apache (el espacio que dirige en la televisión iraní) a la crisis de la Unión Europea. El comienzo de aquel programa era un editorial en el que el número 1 de Podemos se preguntaba qué debía hacer un gobernante. Y su respuesta era contundente: "Recuperar el control de la política monetaria, salir del euro y devaluar".
No sólo eso. Hace apenas un mes, los socios de Iglesias en Unidos Podemos aprobaban un documento en el que pedían expresamente "salir de la UE y del euro" y fundar una nueva unión inspirada en el ALBA bolivariano impulsado por Hugo Chávez.
No sabemos en qué momento de las últimas cuatro semanas Garzón ha pasado de ser el líder del partido que pedía salir del euro a ser el más ferviente defensor de la UE. Tampoco queda claro en qué punto de los últimos dos años, Iglesias ha decidido que la UE era el centro de todos los males a ser la única alternativa válida para España. ¿Quizás tengan algo que ver las encuestas que dicen que los españoles quieren seguir en la UE y el euro de forma mayoritaria? Sería muy cínico pensar así, con unos políticos que tuitean unos sentimientos tan puros, seguro que hay otras razones para este cambio de opinión.