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¿Estamos preparados mentalmente para ir en un coche sin conductor?

La conducción autónoma, mucho más segura que la manual, tiene una gran incógnita por delante: el cambio de mentalidad

La conducción autónoma, mucho más segura que la manual, tiene una gran incógnita por delante: el cambio de mentalidad

La incertidumbre en torno a cómo reaccionan los coches autónomos cuando la vida de una persona está en peligro es uno de los grandes dilemas del sector. La conducción autónoma ya ha llegado y lo ha hecho para quedarse. Se realizan estudios a diario sobre la conducción sin conductor, sometiendo a este tipo de coches a duros controles para su correcto funcionamiento. Aún así, las población aún es muy reticente al transporte sin conductor.

La tecnología relacionada con la conducción autónoma crece muy rápido gracias al trabajo y avance de compañías punteras como Google o Ford. Conforme pasen los años, los coches autónomos serán capaces de responder y adaptarse a cualquier situación de forma segura.

"¿Qué haría un coche que tiene que elegir entre poner en riesgo a sus pasajeros o dañar a alguien que esté fuera del vehículo?". Un nuevo estudio, elaborado por un psicólogo de la Universidad de Tolouse en Francia, Jean Francois Bonnefon, ha preguntado a algunos residentes de EEUU qué preferirían que hiciese su vehículo autónomo ante esta situación.

La respuesta más común ha sido que " el coche autónomo debe estar programado para salvar el mayor número de vidas posibles en cualquier situación". Pero, por otro lado, estos encuestados prefieren comprar un coche que priorice proteger a los pasajeros del propio vehículo.

"Es importante que nuestra sociedad llegue a un punto en común sobre qué se espera de las máquinas autónomas y, en ese momento, las empresas buscarán una forma de cubrir todas esas ideas", afirma Joshua D. Greene, profesor de psicología de la Universidad de Harvard.

Greene está preparando un nuevo estudio en el que pregunta a los participantes si les gustaría comprar un coche autónomo en caso de existir una imposición gubernamental que minimice los riesgos en general ante la seguridad de los pasajeros. La mayoría de ellos han respondido que perdería el interés en comprar este tipo de vehículos. Bonnefon afirma que esto cambiará en el futuro.

"La gente debe entender que es mucho más seguro un coche autónomo que uno con conductor", afirma Bonnefon. Los coches autónomos, que son mucho más eficientes, pueden evitar más de un 90% los accidentes de tráfico en EEUU, además de ahorrar tiempo y de dejar más aparcamientos disponibles, según un estudio de McKinsey & Co.

"La conducción autónoma es inevitable y todo está en manos de cómo reaccione la gente ante su llegada. La pregunta es si la población se adaptará a la conducción autónoma para poder reducir las situaciones de emergencia o si, por el contrario, lo hace por mayor comodidad y confort", afirma Greene.

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