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Golpe fiscal al consumo: suben los refrescos, el alcohol y el tabaco

En la subida de Impuestos Especiales que ha aprobado el Gobierno se queda fuera la gasolina.

En la subida de Impuestos Especiales que ha aprobado el Gobierno se queda fuera la gasolina.
El Gobierno sube los impuestos | Archivo

Golpe fiscal al consumo. Los consumidores tendrán que rascarse el bolsillo con la nueva batería de impuestos que ha aprobado este viernes el Gobierno en Consejo de Ministros. Hace varias semanas, el propio ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, ya avanzó que planeaba llevar a cabo una subida de impuestos para cumplir con el déficit exigido por Bruselas.

Montoro se comprometió a no tocar ni el IRPF ni el IVA, por lo que sería por la vía del Impuesto de Sociedades y de los Impuestos Especiales por la que intentará engordar las arcas del Estado. "Necesitamos más recursos tributarios", ha dicho Montoro en rueda de prensa.

Entre los principales productos que gravan los Impuestos Especiales están los carburantes, el tabaco y el alcohol. Según lo anunciado por el Ejecutivo, la fiscalidad que grava la gasolina se mantendrá en los niveles actuales, no así los otros dos productos que sufrirán otra subida fiscal. Con la subida de este tipo de gravámenes por la vía de un Real Decreto Ley, el Ejecutivo planea ingresar 350 millones de euros.

Tal y como ya hiciera en Gobierno de Mariano Rajoy en el año 2013, el aumento de impuestos a las bebidas con alcohol no toca la tributación del vino y la cerveza y se centra en las bebidas de mayor graduación. Así, Montoro incrementará la fiscalidad un 5% de los productos intermedios, como el vermut, y de las bebidas llamadas espirituosas, que incluyen todas las de más de 15 grados de alcohol, como el ron o el whisky.

En cuanto a los impuestos sobre las labores de tabaco, Montoro ha asegurado que efectúa la subida para "adecuar la tributación a le que recomienda la Unión Europea" mediante el denominado sistema de doble mínimo, que evita la venta por debajo de un determinado precio. Así, en ese impuesto se incrementa el componente Específico con respecto al Ad Valorem, en una cuantía del 2,5 % para los cigarrillos y el 6,8% para la picadura de liar.

El impuesto Ad Valorem es un porcentaje que se paga sobre el precio de venta al público (es decir, el precio que paga el consumidor final por cada cajetilla). El Específico es un impuesto fijo que paga el fabricante por cada millar de cigarrillos.

La novedad: el Impuesto a los refrescos

La novedad en la categoría de Impuestos Especiales que aumenta el Gobierno es la creación de un nuevo impuesto para gravar a las bebidas azucaradas y carbonadas. Montoro se ha escudado en la "lucha contra la obesidad" para justificar la decisión del Gobierno. "A través del encarecimiento de determinados productos queremos desanimar el consumo frente a otros productos con menos azúcar", ha añadido.

Este tributo se enmarca en un Proyecto de Ley, cuyos detalles "serán negociables", por lo que todavía no está definida su estructura fiscal. Una de las opciones podría ser la de aplicar un tipo de gravamen por litro, dependiendo de los gramos de azúcar que contengan las bebidas por cada 100 mililitros. El formato estándar de Coca-Cola. Pepsi o Fanta serían los más afectados. Con su puesta en marcha, el Gobierno pretende recaudar 200 millones de euros.

Montoro ha mencionado también que se compromete analizar una nueva fiscalidad medioambiental,de acuerdo con "las recomendaciones de la Comisión Europea (CE)".

No hay que olvidar que al resultado de aplicar los diferentes gravámenes hay que sumarle el IVA del 21% por el que tributan todos estos productos.

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