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Un prostíbulo gay y comics eróticos: las locas aficiones del funcionario que estuvo 10 años sin ir a trabajar

Carles Recio fue apartado de su puesto en la Diputación Valenciana por regentar un prostíbulo gay en su propia casa. 

Carles Recio fue apartado de su puesto en la Diputación Valenciana por regentar un prostíbulo gay en su propia casa. 
Carles Recio en una imagen de El Mundo

El caso de Carles Recio, el funcionario que estuvo 10 años cobrando sin ir a trabajar, sigue dando que hablar. La Diputación de Valencia investiga a este trabajador público después de que El Mundo haya publicado que acude todos los días a las 7:30 horas a su puesto de trabajo, ficha con su huella dactilar a la entrada y vuelve a salir para regresar entre las 15:30 y las 16:00 horas para repetir la operación a la salida. Según el diario, en el Archivo General y Fotográfico de la Diputación de Valencia le conocen como "El hombre que nunca estuvo allí".

Recio fue nombrado jefe de una unidad bibliográfica y su cargo lleva aparejado una tabla salarial de más de 45.000 euros, a los que se debe añadir los años de antigüedad. Según sus compañeros el hombre "no tiene ningún tipo de relación con el resto de empleados porque sólo acude al centro para negociar las vacaciones".

Pero esta no es la única polémica que envuelve al funcionario. Su historia se vuelve aún más tórrida después que el diario de Unidad Editorial haya publicado que Recio fue apartado en el año 2005 de la Diputación de Valencia, donde ejercía como Jefe de Publicaciones, por regentar un prostíbulo gay en su propia casa.

Los anuncios que utilizaba como reclamo para la clientela eran de lo más sugerentes: "Abanderados chicos. Verdadero relax en la mejor compañía" o "Chicos deportistas, cachas, aniñados, activos, pasivos y completos. Superarmados", anunciaba.

"El entonces presidente de la Diputación de Valencia, Fernando Giner, dio la orden de apartar a Recio lo máximo posible y lo mandó al Archivo. La reasignación laboral se ejecutó con la creación de una plaza a dedo de jefe de la Unidad de Actuación Bibliográfica a la que se encomendó unas funciones poco definidas que sólo debían cumplir un objetivo: exiliar la polémica que rodeaba al escritor y que desapareciera de la vida pública para no salpicar la imagen de los políticos", asegura el diario.

La afición de Recio por el sexo nos descubre otra de sus facetas. Resulta que el funcionario es el autor de los cómics eróticos Fallerela y Españísima. La primera es una heroína que trabaja semidesnuda y usa naranjas valencianas explosivas para salvar las fallas. La segunda la define como "la españolaza definitiva", y también es una heroína ligerita de ropa. Las herramientas de Españísima contra los que intentan romper España son unos claveles que explotan, una guitarra que vuela y un abanico que hace de escudo.

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