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Francisco Javier Lara: "Los abogados que salgan de ISDE son el futuro de la profesión"

El decano del Colegio de Abogados de Málaga se incorpora al Doble Título Grado en Derecho y Máster en Abogacía Internacional de ISDE.

El decano del Colegio de Abogados de Málaga se incorpora al Doble Título Grado en Derecho y Máster en Abogacía Internacional de ISDE.

Libertad Digital entrevista a D. Francisco Javier Lara Peláez, decano del Ilustre Colegio de Abogados de Málaga, consejero del Consejo General de la Abogacía Española y socio fundador de Gabinete Lara Peláez & de Hoyos con motivo de su reciente reelección unánime como decano del ICAMALAGA y de su incorporación al prestigioso Doble Título ISDE Grado en Derecho y Máster en Abogacía Internacional.

Su reelección como decano del Colegio de Abogados de Málaga ha sido paradigmática, ya que por primera vez en décadas, el nombramiento se ha producido sin oposición, es decir, que ningún otro candidato ha querido disputarle el decanato, lo que se entiende como un signo de satisfacción de la comunidad de abogados malagueños con su gestión.

Además, como decano, Francisco Javier Lara ha defendido con vehemencia la figura del abogado en democracia y ha destacado la importancia de una buena formación para afrontar con garantías los retos de futuro.

LD - La Justicia está cada día más presente en el día a día de los ciudadanos. Los medios de comunicación nos abruman con noticias sobre filtraciones judiciales, problemas con la fiscalía y escándalos de corrupción. ¿Es la figura del abogado la encargada de sostener el prestigio de la institución de la Justicia en España?

FJL- El prestigio de la Justicia en España depende de todos los operadores jurídicos, si bien es cierto que la Abogacía desempeña un papel protagonista puesto que defiende y garantiza los derechos e intereses de cualquier ciudadano. Un claro ejemplo es el trabajo realizado durante años por los abogados para conseguir que las cláusulas suelo se hayan declarado abusivas, agotando todas las instancias hasta llegar al Tribunal de Justicia de la Unión Europea. Insisto, todos los operadores debemos trabajar para aumentar el prestigio de la Justicia y esto pasa por el respeto a todos los profesionales jurídicos, la independencia de los poderes del Estado y la agilidad de los procesos. Una Justicia lenta deja de ser justa.

2017 se antoja un año especialmente fructífero para usted. Renueva como decano del Colegio de Abogados de Málaga y, además, se incorpora al exitoso programa de doble grado de ISDE en Derecho y Abogacía Internacional. ¿Qué retos u objetivos se plantea en esta renovada etapa?

Afronto un nuevo mandato en el Colegio de Abogados de Málaga con la satisfacción del trabajo bien durante los cuatro años anteriores pero con la inquietud de que aún queda mucho camino por delante para mejorar las condiciones de vida y de trabajo de los letrados. Por un lado, nos hemos propuesto facilitar la conciliación. Hemos de encontrar la fórmula para que las nuevas tecnologías nos ayuden a trabajar y a vivir mejor, ya que hasta ahora lo que hemos conseguido es alargar la jornada laboral prácticamente a las 24 horas del día.

Respecto a mi incorporación al doble grado de ISDE, lo asumo con mucha ilusión y con muchas ganas. Siempre he pensado que es necesario compartir conocimientos, devolver lo que tantos grandes profesionales me enseñaron y me siguen enseñando, porque en esta profesión se aprende todos los días.

¿Por qué ha decidido incorporarse a este proyecto de ISDE?

ISDE es una referencia en el mundo jurídico por su indudable apuesta por la formación de calidad y la excelencia. Comparto absolutamente los valores de esta institución y, modestamente, creo que puedo aportar mi experiencia en la gestión y en el ejercicio de la profesión. Un factor decisivo es también el alto nivel del alumnado, que sin duda motiva a los docentes. Me siento orgulloso de formar parte de esta institución que nace de la inquietud de los abogados y que garantiza el éxito profesional de sus alumnos.

En su reciente discurso de toma de posesión, dio usted relevancia a la figura del abogado en democracia. Llegó a decir que "sin abogados no hay Justicia, ni hay Estado de derecho". ¿Qué papel van a jugar los nuevos abogados que salgan de este doble grado ISDE?

Lo dije porque estoy convencido de que es así. No resulta concebible un Estado de derecho ni la propia Democracia sin Justicia, tampoco es posible la Justicia sin abogados. Por tanto, sin abogados ni hay Justicia, ni hay Estado de derecho, ni podemos hablar de un sistema democrático. Así que es evidente que jugamos un papel fundamental e insustituible. Los nuevos abogados que salgan de ISDE son el futuro inmediato de la profesión, de ellos dependerá hacia dónde caminará la Abogacía y su importancia en el conjunto de la sociedad.

También ha hecho hincapié en los problemas a los que se enfrentan los abogados jóvenes y los seniors en la España de hoy, merced a la austeridad y racionalización del gasto. ¿Qué cree que les espera a las nuevas generaciones de abogados?

Esta es una profesión en cambio constante, lo que exige que los profesionales tengamos que renovar los conocimientos y la forma de trabajar casi a diario. El que se queda quieto desaparece, renovarse no es una opción sino una necesidad. Las nuevas generaciones están bien preparadas y tienen mucha capacidad. Estoy seguro de que, aunque el momento económico no es todavía el mejor, saldrán adelante. Es cierto que los inicios son difíciles, pero tampoco lo tienen fácil los abogados seniors. Por un lado, las nuevas tecnologías han cogido a algunos a contrapié y, por otro, los que han perdido su trabajo tienen muchas dificultades para reincorporarse al mercado laboral. Todos ellos, tanto los jóvenes como los mayores, merecen una oportunidad y en el Colegio de Málaga procuramos prestarles la atención que requieren.

¿Resuelve el doble grado ISDE en parte este problema?

Sí, en el sentido de que el programa está planificado desde una perspectiva puramente práctica, enfocada a que la inserción en el mercado laboral tenga éxito lo antes posible. No se trata de que los alumnos acaben la el doble grado sin más, sino que se pretende formar a especialistas jurídicos que cumplan con las exigencias que conlleva el ejercicio de la Abogacía. Los estudios de Grado en Derecho y Máster en Abogacía Internacional garantizan un conocimiento integral del Derecho en sus diferentes ámbitos y, lo que es aún más importante, en un contexto global. Para ser un buen abogado no sólo hay que saber mucho de Derecho, sino que hay que dominar técnicas relacionadas con la oratoria o la capacidad de negociación. El programa de ISDE abarca todos estos aspectos.

¿Qué consejo daría a todos los jóvenes que acaban de terminar su educación secundaria y sueñan con convertirse en abogados?

Que se lo tomen en serio y, si tienen vocación, trabajen duro para estar entre los mejores. Ser abogado es la mejor profesión del mundo, no tengo ninguna duda, pero también exige mucha dedicación.

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