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Veronique de Rugy: "La campaña de Bruselas contra Apple envía un mensaje muy peligroso"

LD entrevista a una de las economistas liberales más influyentes de EEUU. 

LD entrevista a una de las economistas liberales más influyentes de EEUU. 
LD entrevista a la economista francesa afincada en EEUU, Veronique de Rugy | Mercatus

Nacida en Francia pero afincada en EEUU, Veronique de Rugy es una de las economistas más influyentes de Estados Unidos. Asociada a instituciones como el Mercatus Center o el Instituto Cato, es habitual encontrarse con su opinión en los medios de comunicación más influyentes de Estados Unidos.

En el marco de la cumbre sobre competencia fiscal que Goethals Consulting celebró en Panamá a lo largo de febrero, de Rugy se ha sentado a hablar con Libre Mercado para evaluar la situación económica de su país de residencia, EEUU.

- Una de sus líneas de investigación más fructíferas tiene que ver con lo que en España se conoce como capitalismo de amiguetes

Estoy cansada de encontrarme con empresas que piden ayudas, subsidios… Dedico mucho tiempo a denunciarlo. El capitalismo de amiguetes de capitalismo no tiene nada. En EEUU gastamos 100.000 millones de dólares cada año en ayudas a corporaciones y sociedades varias. Esto supone un gran coste y además introduce distorsiones en el mercado, favoreciendo a unas compañías frente a otras, alejando los procesos de mercado de una dinámica competitiva… De esos 100.000, creo que alrededor del 60% son subsidios que no tienen ningún valor más allá de favorecer a determinadas empresas. Y el resto son ayudas a la I+D, pero solo al I+D que eligen los políticos, otra distorsión más.

- También lleva años defendiendo la importancia de bajar impuestos para atraer empresas y trabajadores. Lo que se viene conociendo como competencia tributaria, vamos.

La competencia tributaria cobra fuerza cada vez que los umbrales fiscales fijados en una jurisdicción empiezan a despertar malestar entre trabajadores y empresarios. En última instancia, cuando los impuestos son demasiado altos, el sector privado se ve obligado a romper la baraja y buscar "refugio" en otros territorios donde hay mejores condiciones.

- Sin duda, un contribuyente de ingresos altos puede beneficiarse enormemente de una rebaja de impuestos, ¿pero qué pasa con el resto?

Cuando hay competencia tributaria, hay impuestos más bajos. En los últimos 30 años, los tipos del IRPF y del Impuesto de Sociedades han bajado en la mayoría de países ricos. En la OCDE, el tramo superior medio del IRPF cayó del 67-68% al 41-42%. En cuanto a Sociedades, pasó del 45-50% al 20-25%. Estos cambios también inducen rebajas en los tramos intermedios. Y, por otro lado, la competencia tributaria introduce mejores normas en los códigos fiscales, ya que se tiende a eliminar la doble tributación, se asume el principio de cobrar impuestos solamente sobre el beneficio generado dentro del país, etc. En un contexto de competencia fiscal no vamos hacia un nirvana en el que no hay impuestos, pero sí que se crean los incentivos para evitar que los impuestos se disparen sin control.

- EEUU está ahora en pleno debate sobre el Impuesto de Sociedades. ¿De qué se está hablando?

A comienzos de los años 80, el Impuesto de Sociedades en EEUU estaba en el entorno del 50%, a la par de la OCDE. Hoy, nos movemos entre el 35% y el 40%, dependiendo del territorio, frente a la media del 25% que se observa en el resto de países desarrollados. Y, sobre todo, el sistema no es territorial sino global, de manera que si se obtienen beneficios en el extranjero, se exige el pago de una tasa a la hora de repatriar los fondos. Esa pérdida de atractivo fiscal está en el centro del debate.

- ¿Se explica el boom de los paraísos fiscales por estas dinámicas?

Sin duda, la mala fiscalidad que mantiene EEUU ha alentado la innovación tributaria. Por ejemplo, se crean filiales en "paraísos" fiscales para que el dinero no vuelva a EEUU y sufra una tasa, sino que se quede "durmiendo" a la espera de un mejor tipo tributario. Por otro lado, cada vez hay más empresas que se fusionan con compañías extranjeras para cambiar su sede y ubicarla fuera de EEUU, esquivando así las reglas que fija Washington.

- La OCDE está al frente de la campaña contra la competencia tributaria…

Hubo un tiempo en el que la OCDE promovía ideas relativamente liberales, pero desde hace ya muchos años se ha convertido en la burocracia internacional a la que acuden los gobiernos del mundo rico cada vez que quieren evitar que otros países reduzcan los impuestos. Podríamos decir que la OCDE no ha recibido un poder declarado para ser la "policía fiscal del mundo", pero de facto, lo cierto es queactúa así.

- Vd. es francesa y también sigue con curiosidad lo que ocurre en Europa. ¿Qué opina de la controversia sobre los impuestos que paga Apple en Irlanda?

Bruselas le pide a Irlanda que exija a Apple unos 13.000 millones de euros en impuestos. El debate se centra en una serie de beneficios y deducciones correspondientes al período que va de 1991 a 2007. En virtud de esas condiciones especiales, el tipo efectivo que habría pagado Apple está en el entorno del 1%. ¡Pero esos acuerdos eran plenamente legales! Apple no rompió las leyes irlandesas y Dublín no le exige esos impuestos. Se está enviando un mensaje muy peligroso y me parece que pronto ocurrirá lo mismo con otras empresas multinacionales.

En esta tema, la reacción de EEUU es digna de estudio. El departamento del Tesoro dice que es una propuesta injusta, contraria al Estado de Derecho, nociva para el clima empresarial europeo… Pero lo dicen porque quieren que el Tío Sam sea el que exprima fiscalmente a Apple y no la Comisión Europea. De hecho, en suelo americano se aprueban leyes que también van a perjudicar a Apple.

- Llega Donald Trump, ¿qué espera de su Presidencia?

En el plano regulatorio, probablemente se congelará la aprobación de nuevas normas, pero no se si habrá avances de calado a la hora de eliminar las que ya se han introducido. Es fácil sobrerregular pero difícil desregular. Pero si consigue desregular, creo que sería positivo para la economía. Por otro lado, en el plano fiscal, su discurso a favor de bajar impuestos se antoja prometedor, al menos a priori. Pero, en los demás aspectos, su visión económica es preocupante, como demuestra su actitud hostil al comercio.

- No corren tiempos fáciles para la globalización, que está bajo ataque por parte de fuerzas de todo signo político.

Es cierto, pero no hay que ser pesimistas sobre el futuro del capitalismo. Aunque puede haber retrocesos, y aunque tenemos que pelear para evitarlo, hay grandes avances. Hoy estamos lejos de la vieja era de las grandes empresas públicas, de los aranceles al 30%… Hemos avanzado mucho desde la caída de la Unión Soviética. Aunque ahora vienen tiempos más complejos, sí.

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