El gasto social privado de los hogares estadounidenses supone cada año el 11,1% del PIB. Esta cifra coloca al país del Tío Sam a la cabeza de la lista que publica la OCDE cada año. De hecho, EEUU está muy por delante del segundo clasificado, ya que Países Bajos se queda en el 7,1% del PIB.
España se coloca en uno de los últimos puestos de la tabla. En nuestro caso, el gasto social privado y voluntario que asume el sector privado supone, en total, el 0,4% del PIB. Solo se colocan por detrás de España tres países: Luxemburgo, con un 0,3% del PIB, y República Checa y Hungría, con un 0,2% del PIB.
La media de la OCDE se sitúa en el 1,8% del PIB. Por encima de dicho umbral nos encontramos con EEUU y Países Bajos, los dos primeros clasificados, pero también con Reino Unido (5% del PIB), Canadá (4,4% del PIB), Francia (3,2% del PIB), Suecia (3,1% del PIB), Japón (2,9% del PIB), Israel (2,2% del PIB), Dinamarca (2,2% del PIB), Irlanda (2% del PIB), Alemania (1,9% del PIB) y Grecia (1,9% del PIB).
Por encima del 0,4% del PIB que cosecha España pero por debajo de la media de las economías desarrolladas nos encontramos a Bélgica (1,8% del PIB), Portugal (1,7% del PIB), Corea del Sur (1,4% del PIB), Austria (1,2% del PIB, Eslovenia (1,2% del PIB), Finlandia (1,1% del PIB), Noruega (1% del PIB), Australia (0,9% del PIB), Suiza (0,9% del PIB), Eslovaquia (0,8% del PIB), Italia (0,7% del PIB) y Nueva Zelanda (0,5% del PIB).
El peso del gasto social privado y voluntario en España muestra una leve tendencia creciente con el paso de los años, ya que en 1980 se situaba en el 0,2% del PIB y hoy alcanza el 0,4% del PIB.
Sin embargo, el diferencial con la media de la OCDE ha ido aumentando. Si en 1980 estábamos en el 0,2% del PIB frente a un promedio del 1,1% del PIB, en 2013 alcanzábamos un 0,4% del PIB mientras que la OCDE llegaba al 1,8% del PIB.