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Diez frases de Emmanuel Macron: ¿algún político español se atrevería a decirlas?

El favorito a las presidenciales francesas reivindica la igualdad ante la ley y promete no renunciar a los principios básicos de la República.

El favorito a las presidenciales francesas reivindica la igualdad ante la ley y promete no renunciar a los principios básicos de la República.
Emmanuel Macron, el pasado jueves, en París, durante la presentación de su programa electoral. | EFE

Derechos y deberes, integración sin renunciar a los principios básicos del Estado, ayudar a los débiles pero no castigar el éxito, restaurar la autoridad del Estado, tolerancia cero con el delito... Emmanuel Macron es una figura inédita en la política francesa. Por su pasado (trabajó en la Banca Rotschild como banquero de inversión pero también formó parte del Gobierno socialista de François Hollande), por su aspecto e incluso por las formas que utiliza en los mítines, muy alejadas de las del tradicional candidato.

También por su discurso. Este viernes en Libre Mercado analizábamos el programa económico de En Marche!, su plataforma. Lo han definido como social-liberal y algo de eso hay en su intento de mezclar flexibilidad y productividad con una red de seguridad financiada por el Estado. Capitalismo a la nórdica o socialdemocracia del siglo XXI. ¿Recuerdan a los partidos españoles peleándose hace un año por reivindicar el modelo danés? Pues más o menos por ahí marcha Macron.

Pero hay más que economía en el programa. De hecho, el debate en la próxima campaña electoral probablemente gire sobre todo en torno a temas como la inmigración, el futuro de la UE, la tensión entre la integración de los musulmanes y las leyes de la república, el debate sobre el uso del velo o el burniki en los lugares públicos, la globalización o el peso del Estado en la vida diaria de los franceses.

En estos temas Macron mantiene un planteamiento que intenta parecer centrista. El objetivo es diferenciarse tanto de la extrema derecha xenófoba como del discurso buenista que parte de la izquierda ha mantenido en los últimos años. Su planteamiento se podría resumir en el principio de que la ley tiene que ser igual para todos. No renuncia a integrar a todos los que han llegado a Francia. Incluso, pide expresamente en una de sus propuestas que los partidos tengan candidatos que incluyan a las minorías y que reflejen que un 20% de los franceses tiene origen extranjero. Pero al mismo tiempo, pide no dar un paso atrás en los principios sobre los que se sostiene el Estado francés.

Algo parecido ocurre con su postura sobre la administración francesa. Macron es partidario de un Estado fuerte y extenso. Por ejemplo, promete contratar 10.000 policías y 5.000 nuevos maestros. Y no hay grandes promesas de privatización o de incluir al sector privado en la provisión de servicios públicos (por cierto, algo que es muy habitual en los países nórdicos, pero que es tabú en Francia o España). Pero al mismo tiempo, Macron promete reducir el tamaño del Estado, hacerlo más flexible y convertirlo en un aliado y no una carga para el contribuyente.

En cualquier caso, más allá de sus promesas, quizás lo más llamativo de Macron sea su discurso, su lenguaje, los términos que utiliza. Nadie hablaba así en la política francesa desde hace años. Tampoco en la española. Las siguientes son diez frases de su contrato con los franceses, presentado este jueves. ¿Imagina a algún partido político español incluyéndolas en su programa?

  1. "Para renovar el espíritu de conquista francés, quiero aprobar con vosotros un contrato de derechos, deberes y responsabilidades".

  2. "Asegurar la seguridad, hacer respetar sin ninguna concesión nuestra laicidad, restaurar en todos los lugares la autoridad del Estado y dentro del Estado, garantizar la independencia de la autoridad judicial: estas son las primeras condiciones de la libertad de cada uno".

  3. "No somos ingenuos. Sabemos bien que en la vida no se consigue nada por nada y que todo progreso, personal o colectivo, depende de ese esfuerzo que llamamos trabajo (…) En este mundo nuevo, cada uno debe encontrar su lugar. Y Francia tendrá el suyo si sabe liberar las iniciativas y al mismo tiempo proteger a las personas".

  4. "Nuestro país no siempre ha valorado el éxito: aquellos que progresan suscitan una cierta forma de envidia o sospecha. (…) Nosotros tenemos la necesidad de que nuestros ciudadanos se lancen, tomen iniciativas, incluso les ayudemos a recuperarse si fallan. Es necesario que parte de nuestros conciudadanos tengan éxito, creen actividad y empleo. Es por eso por lo que queremos impulsar el trabajo y el espíritu de empresa".

  5. "En Francia, la República nació de la abolición de los privilegios. Pero todavía son muy numerosos. Nuestro país pretende ser la patria de la igualdad. Pero el favoritismo distorsiona a menudo las cosas. Los privilegios bloquean nuestra sociedad. El reconocimiento no siempre llega a aquellos que hacen los esfuerzos. Esto debe cambiar". Es importante situar esta frase en su contexto. Porque el lenguaje contra los privilegios sí es común en muchos partidos, franceses o españoles. Pero aquí Macron se dirige contra los numerosos grupos de interés que paralizan la política y la economía gala. Por ejemplo, la primera medida de este capítulo es sobre el sistema de pensiones y la propuesta es derogar todos los regímenes especiales (por ejemplo, los que existen en numerosas empresas públicas). Los sindicatos ya han anunciado que éste es uno de los puntos que menos les gusta del programa de Macron.

  6. "La fortaleza del Estado debe ser puesta al servicio de la protección de todos los franceses y en todo su territorio. Y para lograrlo, aplicaremos tolerancia cero en todo lo que tenga que ver con su seguridad. Porque la seguridad es la primera de nuestras libertades (…) Reclutaremos 10.000 policías y gendarmes suplementarios. Construiremos 15.000 nuevas plazas de prisión. Aumentaremos los medios de nuestras fuerzas armadas hasta el 2% del PIB".

  7. "Orgullosos de ser franceses. Todos nosotros tenemos en común nuestra lengua, nuestro primer tesoro común a la vez que nuestra base y nuestro faro: es lo que nos conforma y lo que nos distingue, enriquecida también por la vitalidad de las numerosas y bellas lenguas regionales. Tenemos que ir más lejos. Renovar el patriotismo sin renunciar a nuestras múltiples historias y a nuestro proyecto europeo común. Para restaurar el brillo de Francia hay que restaurar la confianza de los franceses. Vengan de donde vengan. Vivan donde vivan. Sean quienes sean. Y confiar en ellos es darles el poder para hacer, para actuar".

  8. "Un gran país se honra de mantener su palabra". Esta frase está incluida en el capítulo dedicado a la Unión Europea.

  9. "Décadas de acumulación de normas y regulaciones han hecho que la vida diaria de cada uno de nosotros sea cada día más complicada. ¡Qué tiempo perdido en procedimientos administrativos, en renovar documentos o debido a la lentitud de la justicia! La justificación de esta enorme acumulación de reglas y obligaciones no puede ser sólo que siempre han estado allí... Las nuevas herramientas, por ejemplo las digitales, ya existen y aparecen cada año para facilitar las cosas. Es una revolución cultural y hay que lucharla, sobre todos en nuestras administraciones".

  10. "Se obligará a todos los servicios públicos que tengan relación con los ciudadanos (hospitales, escuelas, tribunales de justicia, servicios sociales...) a que publiquen sus resultados en términos de calidad del servicio (por ejemplo: tiempos de espera, encuestas de satisfacción, etc...)"

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