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Madame Walker, la historia de la primera estadounidense que se hizo millonaria por sí misma

Madame C.J Walker nació en una plantación de algodón, pero consiguió crear una gran empresa de cosméticos.

Madame C.J Walker nació en una plantación de algodón, pero consiguió crear una gran empresa de cosméticos.
Productos de Madame J.C. Walker | Facebook/Madame C.J. Walker Beauty Culture

A pesar de venir de los campos de algodón del sur de América, Madame C.J. Walker, nacida en 1867, se convirtió en emprendedora y filántropa, además de ser considerada la primera mujer millonaria self-made (hecha a sí misma) de EEUU. Todo empezó gracias a pequeñas ventas a domicilio con demostraciones in situ y, poco a poco, consiguió crear un gran imperio.

"Soy una mujer que venía de los campos de algodón del sur. Desde ahí, ascendí a la tina, a la cocina y, finalmente , llegué por mí misma al negocio de fabricación de productos para el cabello. He construido mi propia fábrica en mi propio terreno". Es la frase que Madame Walker pronunció en julio de 1912 para explicar su trayectoria.

Una línea de productos para el pelo de mujeres negras le llevó al éxito. A los dos años, ya ganaba 150.000 dólares anuales, convirtiéndose así en la primera mujer millonaria de EEUU hecha así misma, tal y como recoge Forbes.

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Madame C.J. Walker

De las plantaciones de algodón a la gran ciudad

El 23 de diciembre de 1867, Sarah Breedlove nacía en una plantación de Filadelfia, Pensilvania, donde sus padres, Owen y Minerva Anderson Breedlove, eran esclavos. Se casó a los 14 años y en 1885 tuvo a su única hija A’Lelia Walker. Dos años después, con la muerte de su marido, se trasladó a San Luis a vivir con sus hermanos, que ejercían la profesión de barberos. Su sueldo, de 1,5 dólares al día, le permitió educar a su hija en una escuela pública, según Madam Walker Essay, escrito por A’Lelia Bundles, tataranieta de Madame Walker.

En 1890, Sarah comenzó a tener dolencias en el cuero cabelludo, perdiendo una parte importante de su cabello. Además de consultar a sus hermanos, se dedicó a preparar remedios caseros y a comprar productos de Annie Malone, otra emprendedora de la época. En 1905, se trasladó a Denver como agente de ventas de Malone y, tras cambiar su nombre a Madame C.J. Walker y vender sus productos por todo el país de puerta en puerta, abrió una fábrica, un salón de peluquería y manicura y una escuela para aprendices.

Gran empresaria y filántropa

Walker, que empezó vendiendo Madam Walker’s Wonderful Hair Grower, fundó su compañía en el año 1906. Cuando murió, en 1919, su compañía generaba 3 millones de dólares (cifras actualizadas) y empleaba a 40.000 personas.

Además, Walker también se convirtió en filántropa gracias a sus donaciones, como una de 5.000 dólares a la Asociación Nacional para el Progreso de las Personas de Color, más conocida como NAACP ( National Association for the Advancement of Colored People), o al Tuskegee Institute, centro de estudios dirigido a la comunidad afroamericana.

A día de hoy, sus productos se pueden encontrar a la venta en los establecimientos americanos de una de las cadenas de cosméticos más conocidas del mundo, Sephora. Sus productos, que tienen un precio medio de unos 28 dólares, van dirigidos a clientes con cabellos rizados, encrespados y ondulados.

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