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Los okupas llegan a los chalets de Pozuelo de Alarcón: "Ha sido una desgracia"

Un grupo de okupas se ha instalado en 3 chalets de Pozuelo, y la justicia les ha dado 15 días para abandonarlos. No es el único caso. 

Un grupo de okupas se ha instalado en 3 chalets de Pozuelo, y la justicia les ha dado 15 días para abandonarlos. No es el único caso. 
Okupas de lujo en Pozuelo de Alarcón

Hasta hace unos días, una carta colgada en la puerta de un chalet del municipio madrileño de Pozuelo de Alarcón informaba a los vecinos de que un grupo de okupas había llegado para quedarse. Con fecha 1 de marzo de 2017, estos enemigos de la propiedad privada querían presentarse a los residentes de la lujosa Colonia de los Ángeles "como unos vecinos más del barrio".

"Queridos vecinos, nos ponemos en contacto con ustedes con cortesía y amabilidad para explicarles por qué ahora, y de momento, pasamos a ser unos vecinos más del barrio", comenzaba la misiva. "Somos, como supondrán, los okupas que actualmente residen en los chalets unifamiliares en la Carretera Humera 64 (…) No somos yonkis, ni delincuentes ni tenemos coches de lujo aparcados en la puerta del que hoy es nuestro domicilio", aclaraban.

En el escrito también informaban de que se trataba de "8 personas" que no pretenden "asustarles, ni que nos vean como monstruos desalmados, sólo tenemos la intención de vivir" en tres chalets que, según aseguraban, "llevaban 8 años abandonados". En el resto de la carta, los okupas mostraban sus mejores intenciones con el vecindario llegando a asegurar que tenían intención de "sanear la imagen del inmueble", e incluso, "pedir al 010 del Ayuntamiento de Pozuelo cubos de basura" para poder tirar sus desperdicios.

Pero poco les ha durado a los okupas el sueño de vivir en un chalet de un barrio vip. El Juzgado de Instrucción número 3 de Pozuelo condenó la semana pasada a una multa de 180 euros a dos hombres y una mujer por un delito leve de usurpación y les instó a abandonar la vivienda en 15 días. La decisión judicial se produce tras la denuncia de la propietaria Aliseda, la inmobiliaria de Banco Popular.

A pesar de que ellos mismos reconocen que eran ocho, entre los nombres de los condenados no aparece el de Ricardo, un okupa conocido en Pozuelo por haber entrado anteriormente en esta y en otras viviendas ajenas. Él mismo no tuvo reparos en reconocer en el Programa de Ana Rosa que lleva "15 años" okupando casas, ya que "no tiene otro medio" porque su única profesión es tocar en el Metro de Madrid. En el vídeo asegura que nunca ha tenido "consecuencias" legales por okupar viviendas.

"Era grande y estaba deshabitada", explica Ricardo en el programa Espejo Público para justificar por qué han elegido vivir en un chalet en esta exclusiva zona de Madrid. "No tenemos ni agua ni luz", afirma el entrevistado para defenderse de los que les apodan como pijokupas, y mientras tanto enseña el interior de la vivienda en la que se ha instalado.

Los okupas siguen en los chalets

"No está" aseguraron los okupas a Libre Mercado cuando el pasado jueves fuimos a preguntar por Ricardo. Esas fueron las únicas palabras que obtuvimos de las personas que se encontraban dentro de la vivienda en ese mismo momento, de lo que se deduce que todavía no han hecho las maletas. Con las ventadas tapadas con telas o maderas y las puertas cerradas a cal y canto, ningún okupa quiso salir a hablar con este periódico. Desde Aliseda, tampoco han querido comentar nada sobre el proceso judicial.

Los coches de alta gama y los chalets de lujo abundan en la Colonia de los Ángeles de Pozuelo, donde aún queda alguna casa de antigua construcción. Como ejemplo sobre el tipo de viviendas que es posible encontrar en Húmera está este anuncio de Idealista en el que se vende un chalet pareado por la friolera de 900.000 euros a escasos metros de los okupas.

Entre los vecinos de los chalets de los alrededores también parece que impera cierta ley del silencio.Ya sea por timidez o por temor, lo cierto es que la mayoría de los propietarios de las viviendas de las calles aledañas se niegan a hablar de la situación con la prensa. Los que se deciden a dar su opinión son escuetos: "Lo estamos viviendo con temor y con preocupación", comenta un hombre; "No estoy conforme", asegura una anciana; "Me dan pena, pero desde que están ahí no paso por esa calle para ir al metro porque me da miedo", explica una joven. Entre los testimonios más benevolentes con estos particulares vecinos está el de un hombre que asegura que "a mí no me están molestado. Les he visto alguna vez yendo a buscar agua como ciudadanos normales. Que cada uno se preocupe de lo que ocurre en su casa".

"Ricardo es súper conocido en el barrio, pero llevo unos días que ya no le veo por aquí. Parece que hubiera desaparecido. Cuando okupó uno de los chalets por primera vez, me dijo que tenía pensado dar clases de yoga ¿crees que ha hecho algo?", comenta otro. "Tenía una furgoneta C15 que escondía para que no le dijeran queencima tenía coche y chalet, pero vamos, que estaba destartalada. A mí, personalmente, no me han hecho nada, pero estoy más tranquilo si se van. Además, que yo pago mi casa todos los meses, no es justo", añade.

"Nos han hecho la vida imposible"

Más predispuestos a hablar están los residentes de las viviendas colindantes con la calle Manuel Roses, situada también en la Colonia de los Ángeles de Pozuelo. Estas personas tuvieron que convivir durante más de año y medio con otro grupo de okupas que se había instalado en uno de sus chalets.Tras una sentencia judicial, estos particulares vecinos se marcharon el pasado verano. A día de hoy, el inmueble continúa tapiado y precintado por la Policía.

"Nos han hecho la vida imposible", relata una propietaria de 85 años, cuya vivienda está ubicada al lado del chalet okupado. "Ellos no nos han guardado respeto ni a nosotros, porque hacían fiestas noche y día, ni a la vivienda porque la han destrozado. Si tienes que vivir por necesidad, al menos, consérvalo", añade. En la misma línea va la versión de otra de la vecinas de la misma calle. "Era un desfile de gente constante. Hacían mucho ruido, estaba todo muy sucio y tenían muchos perros que se escapaban. Uno llegó a morder a una señora", relata.

"Ha sido un sinvivir", señala otro. "Robaban la luz, el agua y vendían droga hasta a los niñatos de La Finca. Al mes de que llegaran hubo un incendio, se peleaban... ha sido una desgracia para nosotros", cuenta el mismo hombre. "Llegaban madres con buenos coches a llevarles el bocadillo y el tupper a sus hijos que andaban por aquí", apunta una cuarta vecina.

El calvario de estos y otros residentes ha dejado un extenso legado en la cuenta de Twitter @CLosAngeles2016, donde abundan imágenes y testimonios de los afectados por los okupas de Manuel Roses en los meses previos a su marcha. Ni siquiera Pozuelo de Alarcón, el municipio con mayor renta per cápita de España, se libra del fenómeno okupa. Ahora, habrá que esperar a ver si se trata de un caso aislado.

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