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La crisis de la estiba cuesta 2,5 millones diarios a las empresas del puerto de Valencia

Solamente en febrero, las pérdidas para las compañías que operan en Valencia ascendieron a 32 millones de euros.  

Solamente en febrero, las pérdidas para las compañías que operan en Valencia ascendieron a 32 millones de euros.  
La huelga de la estiba golpea a las empresas que necesitan su servicio | Pixabay/CC/fvbriz

A lo largo de la semana pasada, los estibadores del puerto de Valencia iniciaron una huelga de celo que ha reducido significativamente el ritmo de las operaciones celebradas en las distintas terminales de la infraestructura. Las empresas que operan en el puerto están sufriendo importantes pérdidas como este nuevo conflicto.

Como bien saben los lectores de Libre Mercado, la Justicia Europea ha instado a España a liberalizar el sistema de contratación de sus puertos. La multa que enfrenta nuestro país por su retraso en cumplir la sentencia asciende a 24,5 millones de euros. Aunque se especuló con un posible "perdón" por parte de Bruselas, las instituciones comunitarias han apuntado que la sanción seguirá en pie aunque finalmente se ejecute la reforma, a instancias del decreto ley que viene de aprobar el Congreso de los Diputados.

Mientras tanto, el puerto de Valencia funciona claramente por debajo de su capacidad, con un descenso de la actividad que oscila entre el 20 y el 30 por ciento. Esto supone una aminoración de 10.000 unidades el número de contenedores manipulados, con la consecuente pérdida de negocio para las empresas implicadas en el transporte de dichos materiales. Pero el fenómeno no es nuevo. Ya el pasado mes de febrero, la Asociación Nacional de Empresas Estibadoras y Consignatarias de Buques (ANESCO) denunciaba "huelgas encubiertas selectivas ilegales".

Valencia se ha convertido en el termómetro del conflicto, ya que la importancia de su puerto para la distribución en España es crucial. Es cierto que Algeciras está por delante en las cifras de recepción de contenedores, pero nueve de cada diez simplemente hacen escala en el puerto gaditano antes de seguir su ruta hacia aguas mediterráneas o atlánticas, de manera que los estibadores están concentrando sus protestas en Valencia. En cualquier caso, y aunque Valencia es el epicentro de las protestas, el grupo Maersk ha denunciado en un comunicado que lo ocurrido en los últimos meses en Algeciras ha reducido su cifra de negocio en 12 millones de euros, "un daño irreversible que supone romper con años de crecimiento orgánico".

Pérdidas millonarias

¿Qué ha supuesto esto para las empresas del sector? La Sociedad de Estiba y Desestima del Puerto (SAGEB-SEVASA) estudió en febrero el impacto que tuvieron las huelgas encubiertas y cifró en 2,5 millones diarios el golpe de las reducciones de actividad registradas en la segunda mitad de febrero. En suma, esto supuso una acumulación de 32 millones de euros de pérdidas, solo durante el segundo mes del año.

Valenciaport, la empresa pública que ostenta la titularidad del puerto, reconoció en su informe de tráfico del primer cuatrimestre que "la conflictividad laboral de la estiba y la caída de la productividad en los meses de febrero y marzo ha supuesto un descenso de 100.000 unidades en el número de contenedores procesados, así como el desvío de dieciocho buques hacia otros puertos". El documento apunta que, entre enero y abril de 2016, la infraestructura manipuló 1,55 millones de contenedores, frente a 1,52 millones para el mismo período de 2017.

No hay que olvidar que el puerto de Valencia es especialmente caro en comparación con sus principales competidores. Según NOATUM, las seis instalaciones del sur de Europa con las que se ve las caras el puerto valenciano tienen costes que llegan a ser un 40 o 50 por ciento más bajas. Desembarcar y embarcar en Valencia puede costar 65 euros, frente a los 30 que puede suponer hacerlo en suelo portugués o italiano.

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