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CASO URBANOR

Cortina: la venta de los solares a KIO fue la mejor operación "de la historia urbanística de España"

Pese a recibir un precio superior, Alberto Cortina, inculpado en el caso urbanor, ha calificado la cuantía percibida por los otros socios como "desorbitada, disparate, barbaridad, desmesurada y buenísima". Además, por primera vez en el proceso judicial, los "Albertos" han hecho alusión a la presencia en dichas negociaciones de Enrique Sarasola.

Alberto Cortina y Alberto Alcocer han explicado que en la venta de los solares de las Torres KIO cobraron más que el resto de socios de Urbanor porque cambiaron su participación por acciones "sobrevaloradas" del Banco Central en lugar de dinero en efectivo.

Ambos empresarios - acusados de apropiación indebida, estafa y falsedad en documento mercantil- coincidieron en señalar que recibieron mayor retribución que el resto porque en su caso se trató de un intercambio de activos, mientras que la contraprestación de los otros socios fue "en efectivo y al contado". El precio percibido por Construcciones y Contratas ascendió a 231.000 pesetas por metro cuadrado y el de los socios minoritarios a 150.000 pesetas, diferencia que los dos acusados explicaron por el riesgo que asumían al quedarse con unas acciones sobrevaloradas y que, además, debían mantener durante cinco años.

Pese a recibir un precio superior, Cortina ha calificado la cuantía percibida por los otros socios como "desorbitada, disparate, barbaridad, desmesurada y buenísima", añadiendo que fue la mejor operación "de la historia urbanística de España", ya que supuso revalorizar los terrenos por diez en apenas año y medio. A cambio de su participación en Urbanor, "los Albertos" se hicieron con un 5 por ciento del capital del Banco Central, aunque en su testimonio insistieron en el riesgo de estos títulos, hasta el punto de que Cortina ha asegurado que "si tuviera que hacer la operación otra vez preferiría cobrar en efectivo" a razón de 150.000 pesetas por metro cuadrado.

Alcocer y Cortina explicaron que KIO pagó un precio tan elevado por los solares de la Plaza de Castilla porque "necesitaba nacionalizar", sus acciones en el Banco Central, ya que esta participación no estaba autorizada por el Banco de España. Los querellantes, por su parte, aseguran que "los Albertos" idearon una operación para ocultarles la existencia de diferentes precios, al tiempo que niegan haber recibido información sobre las negociaciones.

Por primera vez en el proceso judicial, los "Albertos" hicieron alusión a la presencia en dichas negociaciones de Enrique Sarasola, representante en España de Holtwitz, una empresa panameña que participó en la ampliación de capital de Urbanor previa a su venta. Los acusados han confirmado que Sarasola "aportó" posteriormente otras tres empresas panameñas al accionariado de Cartera Central.

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