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Carlos Rodríguez Braun

Estudiantes, políticos y empresarios

Esta semana faltó cosmopolitismo en los estudiantes franceses, claridad en los políticos socialistas, y liberalismo en los empresarios madrileños.

Los estudiantes de Economía de Francia redoblaron sus ataques a lo que infelizmente llaman el “autismo” de la disciplina autisme-economie, demostrado según ellos por la falta de contacto con los problemas reales y el exceso de las matemáticas.

Llegan en esto muchos años tarde, porque los economistas norteamericanos hace tiempo que están luchando contra esta tendencia, incluso los profesores más destacados, como Milton Friedman y otros. El lanzamiento del Journal of Economic Perspectives de la American Economic Association refleja este movimiento. Otro tanto cabría apuntar sobre el auge de corrientes muy poco neoclásicas, como la escuela neoinstitucional que parte de Ronald Coase, y la de la public choice, con James Buchanan a la cabeza. Curiosamente, tanto que hablan de autismo, la actitud de los estudiantes franceses revela más el provincianismo de atender sólo a lo que sucede en Francia que una situación genuinamente bloqueada de la ciencia económica. Prueba de su falta de renovación es que se les ha ocurrido la feliz idea de aumentar los impuestos sobre las transacciones financieras –pero sólo las “especulativas”, claro.

Nada claro fue el mensaje de la distinguida política socialista doña Micaela Navarro, que al criticar la (por lo demás obtusamente presentada) propuesta del Círculo de Empresarios sobre un seguro de maternidad, no paró mientes y declaró que la responsabilidad de tener hijos no es de las mujeres sino de toda la sociedad, y que la deben ¡garantizar! las empresas y el Estado. El oscurecimiento de la responsabilidad de las personas, hombres y mujeres, y de las familias, que recomienda Navarro, desemboca necesariamente en una hipertrofia del poder político, típico desenlace práctico del pensamiento antiliberal.

Y antiliberales de verdad son los empresarios, como ya denunció Adam Smith en La riqueza de las naciones. El Círculo de Empresarios es una minoría insignificante, y los dirigentes empresariales verdaderamente representativos son gentes como Fernando Fernández Tapias, el presidente de la patronal madrileña, que mostró su rotundo rechazo a la parcial liberalización de horarios decidida por el gobierno autónomo, por la cual el comercio podrá abrir los cuatro domingos de agosto. Y lo que pidió, es decir, menos libertad, lo definió como “una llamada a la cordura”.

Y es que ya se sabe, esto de la libertad es cosa de locos.

En Libre Mercado

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