El titular era: “Comisiones Obreras propone crear 104.000 empleos en ayuda a la tercera edad”. Al revés que el caso de los funcionarios, que muy difícilmente pueda ser presentado como un óptimo paretiano que a nadie perjudica, aquí sí parece que nos encontramos ante un bien perfecto sin mezcla de mal alguno: crear empleo, miles de puestos de trabajo, para colmo ayudando, y para colmo a la tercera edad. ¿Quién será el insensible e insensato que se oponga?
Pero la perfección no es atributo de los seres humanos, ni siquiera de los sindicalistas. Para encontrar las omisiones de Comisiones veamos el contenido de la noticia, publicada en El País: “El coste de ese plan en plazas residenciales, ayuda a domicilio y centros de día sería de 150.000 millones de pesetas en inversiones y de 233.000 millones anuales en mantenimiento, cofinanciados por la Seguridad Social, las comunidades autónomas y los ayuntamientos”.
Aquí está la trampa, porque crear significa producir algo de la nada, y no es eso lo que está proponiendo CC OO. Lo que el sindicato plantea es una transferencia de algo ya creado, concretamente creado por el trabajo de los ciudadanos, y de lo que se apropian las Administraciones Públicas, que después lo gastan. Ni un solo empleo sería creado por esta iniciativa de CC OO, porque el dinero con el que pretenden “crear” empleo sólo significa que los ciudadanos no podrán crearlo ellos libremente. Si Comisiones Obreras alega que gastar ese dinero crea empleo, ese mismo argumento vale para demostrar que cuando el Estado se lo arrebata a los ciudadanos, destruye empleo.
Claro, siempre podrán argumentar los señores de CC OO que la transferencia de recursos desde los ciudadanos hacia la Administración es positiva para el empleo, es decir, que los recursos de los trabajadores son gastados de modo más eficiente cuando los gastan los políticos y los burócratas, que cuando los gastan los propios trabajadores que los han generado en primera instancia. Pero eso, suponer que eso es así, no es sólo una omisión, sino también una necedad.
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