Según publica “El País”, la ministra de Ciencia y Tecnología, Anna Birulés, ha ordenado a sus técnicos rastrear hasta el último resquicio del espectro radioeléctrico --las ondas por las que circulan las comunicaciones móviles—con el fin de encontrar el ancho de banda necesario para que puedan dar servicio los ganadores de las dos nuevas licencias de móvil que Birulés se comprometió a conceder antes mayo. Telefónica Móviles, Airtel y Amena aseguran que no hay espectro disponible. El ministerio baraja adelantar la desaparición de MoviLine, prevista para 2007, y liberar las bandas que utiliza ahora esta filial de Telefónica.
En principio, Telefónica Móviles se resiste a la desaparición acelerada de MoviLine, que ofrece servicios con tecnología analógica, sin embargo, aunque la compañía no lo reconoce, implicaría un notable aumento de costes, ya que MoviLine cuenta con menos de 300.000 clientes, que utilizan escasamente el teléfono, pero que requieren los mismos servicios de atención y distribución que los usuarios de MoviStar (más de siete millones)