Menú
Diana Molineaux

Otra vez a oscuras

Tras una pausa de dos meses, los ciudadanos de California vuelven a los apagones más propios de un país tercermundista que del estado más rico de los Estados Unidos, con una economía que lo sitúa en el sexto lugar del mundo. Las compañías eléctricas se ven obligadas a recortar el suministro de 500 megawatios, lo que deja sin corriente a medio millón de hogares.

Los cortes de luz son breves, de tan solo una hora, pero es el botón de muestra de lo que será el verano, cuando los hedonistas californianos pongan en marcha el aire acondicionado: a las inevitables protestas de los consumidores que no aceptan ni restricciones ni aumentos de precio, el gobierno de California ha respondido esquivando el golpe, es decir, suspendiendo las subidas de tarifa, con el previsible incremento del consumo.

Muchos norteamericanos piensan que California tiene lo que se merece por anteponer los paisajes a la construcción de centrales, pero el problema arrastra a todo el país a una crisis energética en un pésimo momento: la escasez en California ha disparado los precios en todo el oeste americano, afligido además por una sequía inusitada que reduce la producción eléctrica.

Asimismo, la OPEP ha recortado la producción y la renqueante economía norteamericana, mal preparada para absorber mayores costos de energía, puede desacelerarse aún más por el encarecimiento.

La solución es, a largo plazo,construir centrales eléctricas, ya que extraer y refinar petróleo lleva tiempo. Que los norteamericanos consuman más energía que los otros países industrializados tiene cierta justificación en el tamaño, la escasa densidad demográfica y las temperaturas extremas de este país-continente, pero las fuertes restricciones a la prospección y el refinado son consecuencia de la escasa voluntad política.

George Bush, el primer presidente economista, es, además, un experto en petróleo igual que su vicepresidente Cheney, pero sus propuestas para explotar la riqueza petrolera de Alaska y para obtener gas y carbón no contaminante, se enfrentan a un sólido bloque ecologista apoyado por el oportunismo de la oposición, que bloquea la aplicación de las nuevas tecnologías capaces de satisfacer, respetando el medio ambiente, las crecientes necesidades de un país en expansión, no solo económica, sino demográfica y técnica.

En Libre Mercado

    0
    comentarios