L. D. / EP.- La pérdida de competitividad con los países de la UE se debe a que la ventaja competitiva vía tipo de cambio fue tan sólo del 0,4 por ciento y no logró contrarrestar el aumento del diferencial de inflación frente a los socios comunitarios.
Así, la disminución del Indice Ponderado de la Peseta (IPX) refleja únicamente la depreciación de la peseta frente a la libra esterlina (2,1 por ciento). Frente al resto de las divisas de los países no pertenencientes a la eurozona la cotización de la peseta se mantuvo estable, al igual que frente a los países de la zona euro que mantienen sus tipos de cambio fijos.
Sin embargo, frente a los países de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) la competitividad-precio de las exportaciones españolas mejoró un 1 por ciento a lo largo de 2000, como consecuencia de la ganancia de la competitividad vía depreciación tipo de cambio.
Así, la disminución del Indice Ponderado de la Peseta (IPX) refleja únicamente la depreciación de la peseta frente a la libra esterlina (2,1 por ciento). Frente al resto de las divisas de los países no pertenencientes a la eurozona la cotización de la peseta se mantuvo estable, al igual que frente a los países de la zona euro que mantienen sus tipos de cambio fijos.
Sin embargo, frente a los países de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) la competitividad-precio de las exportaciones españolas mejoró un 1 por ciento a lo largo de 2000, como consecuencia de la ganancia de la competitividad vía depreciación tipo de cambio.