L.D. / AGENCIAS.- Hasta 1998, las pérdidas acumuladas ascendían a 4.341 millones de pesetas, que sumadas a las del ejercicio, presentaba a Ibusa como una sociedad que disponía de más de 6.000 millones de pérdidas. La inspección de Hacienda le reconoció 4.653 millones de pérdidas, según la querella presentada por la Fiscalía Anticorrupción.
También está imputado el asesor fiscal de la empresa, Ricardo Valera. La auditoría interna realizada por Hacienda hace constar que el inspector Antonio Rodríguez Carnicero informó que había recibido instrucciones del inspector jefe en Cataluña, Josep María Huguet, para que dejase la inspección de Ibusa y trasladara los expedientes a Manuel Abella, imputado en la causa de los inspectores acusados de cohecho, prevaricación y otros seis delitos. Abella compró dos pisos a la inmobiliaria Núñez y Navarro, al que inspeccionaba.
A partir de entonces, y según publica este martes el diario “El País”, Ibusa y su grupo de empresas fue inspeccionada por Abella y José Lucas Carrasco, también imputado, a pesar de que los dos tenían su ámbito de competencia en el sector textil.
Abella hizo inspecciones en 16 empresas del grupo Ibusa. En una de ellas, Promociones Bilmo, se constató que no hubo deudas a ingresar al Tesoro público, sino a devolver, por importe de 20,8 millones y con pérdidas reconocidas de 957,4 millones. Hacienda considera en un informe que: “Regularizar 16 empresas en sólo 60 días es imposible, a no ser que se esté actuando por motivos espúreos”.
El promotor inmobiliario Eduardo Bueno tiene entre sus amigos a Javier de la Rosa y al ex juez, condenado por prevaricación, Luis Pascual Estevill. De la Rosa le financió con dinero de Banca Garriga Nogués, filial de Banesto, del que fue vicepresidente ejecutivo. Años después De la Rosa facilitó casi dos mil millones de pesetas de Grand Tibidabo a Ramón Fiter para que comprase la Inmobiliaria Urbas a Bueno y así librarle de las deudas que tenía. Bueno le devolvió el favor al prestarle 25 millones, la fianza que le permitió salir de prisión cuando la justicia le perseguía por la descapitalización de Grand Tibidabo.
También está imputado el asesor fiscal de la empresa, Ricardo Valera. La auditoría interna realizada por Hacienda hace constar que el inspector Antonio Rodríguez Carnicero informó que había recibido instrucciones del inspector jefe en Cataluña, Josep María Huguet, para que dejase la inspección de Ibusa y trasladara los expedientes a Manuel Abella, imputado en la causa de los inspectores acusados de cohecho, prevaricación y otros seis delitos. Abella compró dos pisos a la inmobiliaria Núñez y Navarro, al que inspeccionaba.
A partir de entonces, y según publica este martes el diario “El País”, Ibusa y su grupo de empresas fue inspeccionada por Abella y José Lucas Carrasco, también imputado, a pesar de que los dos tenían su ámbito de competencia en el sector textil.
Abella hizo inspecciones en 16 empresas del grupo Ibusa. En una de ellas, Promociones Bilmo, se constató que no hubo deudas a ingresar al Tesoro público, sino a devolver, por importe de 20,8 millones y con pérdidas reconocidas de 957,4 millones. Hacienda considera en un informe que: “Regularizar 16 empresas en sólo 60 días es imposible, a no ser que se esté actuando por motivos espúreos”.
El promotor inmobiliario Eduardo Bueno tiene entre sus amigos a Javier de la Rosa y al ex juez, condenado por prevaricación, Luis Pascual Estevill. De la Rosa le financió con dinero de Banca Garriga Nogués, filial de Banesto, del que fue vicepresidente ejecutivo. Años después De la Rosa facilitó casi dos mil millones de pesetas de Grand Tibidabo a Ramón Fiter para que comprase la Inmobiliaria Urbas a Bueno y así librarle de las deudas que tenía. Bueno le devolvió el favor al prestarle 25 millones, la fianza que le permitió salir de prisión cuando la justicia le perseguía por la descapitalización de Grand Tibidabo.