L. D. / EFE.- Esta unión que se hará efectiva bajo el nombre de Alcaja tendrá como sede la actual de San Fernando y ha de ser ratificada por las asambleas convocadas para finales de junio. Al acuerdo se han opuesto CCOO y UGT, los representantes de IU se abstuvieron y el apoyo fue por parte de los representantes del PP y del PSOE. La fusión se produce en medio de una gran polémica por la difusión de un informe del Banco de España en el que se cuestiona la gestión en ambas cajas, en lo relativo a las inversiones inmobiliarias.
A raíz de la difusión de este informe del Banco de España, los presidentes de ambas entidades Isidro Beneroso (El Monte) y Juan Manuel Benjumea (Caja San Fernando) remitieron a Manuel Chaves una carta en la que le pedían explicaciones por la filtración de los datos desde la Consejería de Economía y Hacienda. Actitud que fue criticada desde las filas socialistas, a las que pertenecen ambos, por moverse por intereses personales.
Antes de dar luz verde a la unión, la entidades aprobaron medidas para cumplir las observaciones sobre su gestión realizadas por el Banco de España en ambos informes, y rechazaron la existencia de anomalías. Al seguir adelante con la unión se aplaza la renovación de los órganos directivos de las entidades y los presidentes se aseguran así continuar en sus cargos. La aprobación formal de los consejos a la unión se produce sin que las entidades hayan adaptado sus estatutos a la Ley de Cajas de Andalucía, aunque está previsto que lo hagan el próximo sábado en sus respectivas asambleas.
La nueva entidad resultante de la fusión partirá con un beneficio neto de 17.824 millones de pesetas, 684 oficinas y 3750 empleos.
A raíz de la difusión de este informe del Banco de España, los presidentes de ambas entidades Isidro Beneroso (El Monte) y Juan Manuel Benjumea (Caja San Fernando) remitieron a Manuel Chaves una carta en la que le pedían explicaciones por la filtración de los datos desde la Consejería de Economía y Hacienda. Actitud que fue criticada desde las filas socialistas, a las que pertenecen ambos, por moverse por intereses personales.
Antes de dar luz verde a la unión, la entidades aprobaron medidas para cumplir las observaciones sobre su gestión realizadas por el Banco de España en ambos informes, y rechazaron la existencia de anomalías. Al seguir adelante con la unión se aplaza la renovación de los órganos directivos de las entidades y los presidentes se aseguran así continuar en sus cargos. La aprobación formal de los consejos a la unión se produce sin que las entidades hayan adaptado sus estatutos a la Ley de Cajas de Andalucía, aunque está previsto que lo hagan el próximo sábado en sus respectivas asambleas.
La nueva entidad resultante de la fusión partirá con un beneficio neto de 17.824 millones de pesetas, 684 oficinas y 3750 empleos.