L. D. / AGENCIAS.- Según publica este lunes el diario “El País”, los ejecutivos de Vodafone han aprovechado la marcha del consejero delegado de Airtel, Ignacio Sánchez Galán, a Iberdrola, para dar un giro a la estrategia de la compañía. Airtel se centrará en la telefonía móvil y dará de lado su estrategia en telefonía fija. En el campo de Internet integrarán las actividades de Navegalia en Vizzavi, la empresa conjunta de Vodafone y el gigante francés de la comunicación Vivendi.
El objetivo de los británicos es reducir la pérdida de cuota de mercado que sufre Airtel a favor de Amena. Por eso, Airtel ha sido el único operador que ha firmado un acuerdo con Xfera, para prestarle cobertura a través de su red y que comience a dar servicio por GSM y GPRS, puesto que la licencia de tercera generación UMTS que obtuvo Xfera no estará disponible hasta el próximo año.
Además, se ha comenzado un programa de reducción de costes. Airtel, a pesar de contar con siete millones de clientes de móvil, no ha conseguido arrebatar ni siquiera un 1% del mercado de telefonía fija por minutos cursados. Un resultado que se aleja de los planes iniciales de la operadora, que en julio de 1999 pretendía que el 60% de sus clientes de telefonía móvil lo fueran también de fija, con el fin de convertirse en el tercer operador después de Telefónica y de Retevisión.
El objetivo de los británicos es reducir la pérdida de cuota de mercado que sufre Airtel a favor de Amena. Por eso, Airtel ha sido el único operador que ha firmado un acuerdo con Xfera, para prestarle cobertura a través de su red y que comience a dar servicio por GSM y GPRS, puesto que la licencia de tercera generación UMTS que obtuvo Xfera no estará disponible hasta el próximo año.
Además, se ha comenzado un programa de reducción de costes. Airtel, a pesar de contar con siete millones de clientes de móvil, no ha conseguido arrebatar ni siquiera un 1% del mercado de telefonía fija por minutos cursados. Un resultado que se aleja de los planes iniciales de la operadora, que en julio de 1999 pretendía que el 60% de sus clientes de telefonía móvil lo fueran también de fija, con el fin de convertirse en el tercer operador después de Telefónica y de Retevisión.