L. D. / EFE.- El Consejo de Administración de Banco Santander Central Hispano ha tomado las primeras medidas relevantes después de dos años y medio de fusión, operación sobre la que este órgano directivo expresa su satisfacción. Así, el banco copresidido por Emilio Botín y José María Amusátegui ha decidido agrupar bajo una marca única, que será BSCH, las redes de sucursales del Santander y del Central Hispano.
Además, la entidad financiera excluirá de cotización en bolsa a su filial Banesto, que continuará como red independiente. Este programa lleva consigo el cierre de unas 1.000 oficinas, con lo que desde la fusión se habrán eliminado un total de 2.400.
Estas medidas forman parte del plan estratégico adoptado por el BSCH tras dos años y medio de fusión, con las que se da por cerrada la crisis abierta en la entidad por las incertidumbres surgidas por la próxima salida, en marzo de 2002, del copresidente José María Amusátegui, que convertirán a Emilio Botín en presidente único.
El programa "Dos", que abarcará hasta el 2003, contempla aumentar el beneficio neto atribuido en un 20 por ciento anual. Además, se pretende mejorar la rentabilidad de la entidad y reducir los costes durante este periodo en 150.000 millones de pesetas. Para ello, se cerrarán 1.000 oficinas más de las redes BSCH y Banesto, con lo que desde la fusión se habrán eliminado un total de 2.400 oficinas. También se acometerá en España y en Latinoamérica un ambicioso plan de ventas de inmuebles que, sólo en España, permitirá ingresar unos 100.000 millones de pesetas.
Todas estas medidas estarán acompañadas por un proceso de reorganización de la directiva del banco, pactada por los dos presidentes, en la que destaca el reforzamiento de la figura del vicepresidente primero y consejero delegado, Angel Corcóstegui, del que dependerán todas las divisiones del grupo. El consejo de administración felicitó a Corcóstegui "por su dedicación y acierto en la gestión", manifestó su satisfacción por el éxito del proceso de fusión de Santander y BCH, y subrayó la "perfecta sintonía en la que los órganos del banco han trabajado en todo momento".
Además, la entidad financiera excluirá de cotización en bolsa a su filial Banesto, que continuará como red independiente. Este programa lleva consigo el cierre de unas 1.000 oficinas, con lo que desde la fusión se habrán eliminado un total de 2.400.
Estas medidas forman parte del plan estratégico adoptado por el BSCH tras dos años y medio de fusión, con las que se da por cerrada la crisis abierta en la entidad por las incertidumbres surgidas por la próxima salida, en marzo de 2002, del copresidente José María Amusátegui, que convertirán a Emilio Botín en presidente único.
El programa "Dos", que abarcará hasta el 2003, contempla aumentar el beneficio neto atribuido en un 20 por ciento anual. Además, se pretende mejorar la rentabilidad de la entidad y reducir los costes durante este periodo en 150.000 millones de pesetas. Para ello, se cerrarán 1.000 oficinas más de las redes BSCH y Banesto, con lo que desde la fusión se habrán eliminado un total de 2.400 oficinas. También se acometerá en España y en Latinoamérica un ambicioso plan de ventas de inmuebles que, sólo en España, permitirá ingresar unos 100.000 millones de pesetas.
Todas estas medidas estarán acompañadas por un proceso de reorganización de la directiva del banco, pactada por los dos presidentes, en la que destaca el reforzamiento de la figura del vicepresidente primero y consejero delegado, Angel Corcóstegui, del que dependerán todas las divisiones del grupo. El consejo de administración felicitó a Corcóstegui "por su dedicación y acierto en la gestión", manifestó su satisfacción por el éxito del proceso de fusión de Santander y BCH, y subrayó la "perfecta sintonía en la que los órganos del banco han trabajado en todo momento".