L. D. / Agencias.- El rastro de miles de millones de pesetas desaparecidos en el caso Gescartera se pierde en Delaware (Estados Unidos). El pasado 21 de junio, Antonio Camacho, accionista mayoritario de Gescartera y principal acusado, entregó a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) un fax en el que, supuestamente, una empresa de Estados Unidos, Martin Investments, aseguraba disponer de inversiones en acciones y bonos por valor de 13.900 millones de pesetas a cuenta de Gescartera.
Pero Martin Investments, según los registros oficiales de Delaware, es una sociedad opaca, fundada apenas el 24 de mayo de este año, cuando Camacho ya estaba en dificultades con la CNMV, y cuyo responsable es otra empresa, Delaware Intercorp, dedicada precisamente a registrar sociedades por cuenta de terceros. Es decir, opacidad absoluta.
Delaware Intercorp es una simple gestoría ubicada en un modesto bungaló en Newark y dedicada a la constitución de empresas atraídas por la libérrima legislación mercantil del Estado de Delaware. Por unos 150 dólares (menos de 30.000 pesetas) se puede crear una sociedad fantasma como Martin Investments.
Eso incluye la tarifa de Delaware Intercorp y el impuesto estatal. No hay más que rellenar un impreso (se puede enviar por fax) y dar un número de tarjeta de crédito. En el registro público de la Secretaría de Estado, en Dover, no consta más que el nombre de la empresa, el número de licencia, la fecha de constitución (24 de mayo de 2001 en el caso de Martin Investments), una dirección (la de Delaware Intercorp) y el nombre del responsable de la sociedad, que vuelve a ser Delaware Intercorp.
Un mes antes de la constitución de Martín Investment, el 19 de abril, la CNMV asegura que detecta las primeras irregularidades en Gescartera, a las que la agencia de valores responde con sendas cartas del 7, 14 y 25 de mayo. En esta última fecha proporciona a la CNMV un certificado de La Caixa, que luego se revelaría falso, en un intento desesperado de despistar a los técnicos de la Comisión. Un día antes se había fundado Martin Investments.
Pero Martin Investments, según los registros oficiales de Delaware, es una sociedad opaca, fundada apenas el 24 de mayo de este año, cuando Camacho ya estaba en dificultades con la CNMV, y cuyo responsable es otra empresa, Delaware Intercorp, dedicada precisamente a registrar sociedades por cuenta de terceros. Es decir, opacidad absoluta.
Delaware Intercorp es una simple gestoría ubicada en un modesto bungaló en Newark y dedicada a la constitución de empresas atraídas por la libérrima legislación mercantil del Estado de Delaware. Por unos 150 dólares (menos de 30.000 pesetas) se puede crear una sociedad fantasma como Martin Investments.
Eso incluye la tarifa de Delaware Intercorp y el impuesto estatal. No hay más que rellenar un impreso (se puede enviar por fax) y dar un número de tarjeta de crédito. En el registro público de la Secretaría de Estado, en Dover, no consta más que el nombre de la empresa, el número de licencia, la fecha de constitución (24 de mayo de 2001 en el caso de Martin Investments), una dirección (la de Delaware Intercorp) y el nombre del responsable de la sociedad, que vuelve a ser Delaware Intercorp.
Un mes antes de la constitución de Martín Investment, el 19 de abril, la CNMV asegura que detecta las primeras irregularidades en Gescartera, a las que la agencia de valores responde con sendas cartas del 7, 14 y 25 de mayo. En esta última fecha proporciona a la CNMV un certificado de La Caixa, que luego se revelaría falso, en un intento desesperado de despistar a los técnicos de la Comisión. Un día antes se había fundado Martin Investments.