L. D. / EFE.-
Para el trimestre que finalizó el pasado 30 de septiembre,
Amazon
dijo que sus pérdidas, excluyendo gastos extraordinarios, fueron equivalentes a 0,16 dólares por acción. En el mismo período del año fiscal anterior, esta compañía tuvo unas pérdidas operativas de 89 millones de dólares, equivalentes a 0,25 dólares por título.
Esta vez los analistas de Wall Street han acertado de pleno, ya que preveían para el tercer trimestre unas pérdidas exactamente iguales a las que se han hecho públicas, 0,16 dólares por acción. Los ingresos totales aumentaron hasta los 639 millones de dólares frente a los 638 millones del mismo período del año anterior, por debajo de los 650 millones que habían calculado los analistas. Las pérdidas netas de la empresa ascendieron a 170 millones de dólares, o 0,46 dólares por acción, comparado con los 241 millones o 0,68 dólares por acción del año anterior.
En un comunicado de prensa, el presidente de la empresa, Jeff Bezos, explicó que la compañía había logrado recortar los costos operativos en un 20 por ciento, con lo que esperan lograr su previsión de obtener beneficios el cuarto trimestre. El problema es que, tras seis años de pérdidas, la mayoría de los inversores han perdido la fe en el otrora gurú de la "nueva economía".
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Esta vez los analistas de Wall Street han acertado de pleno, ya que preveían para el tercer trimestre unas pérdidas exactamente iguales a las que se han hecho públicas, 0,16 dólares por acción. Los ingresos totales aumentaron hasta los 639 millones de dólares frente a los 638 millones del mismo período del año anterior, por debajo de los 650 millones que habían calculado los analistas. Las pérdidas netas de la empresa ascendieron a 170 millones de dólares, o 0,46 dólares por acción, comparado con los 241 millones o 0,68 dólares por acción del año anterior.
En un comunicado de prensa, el presidente de la empresa, Jeff Bezos, explicó que la compañía había logrado recortar los costos operativos en un 20 por ciento, con lo que esperan lograr su previsión de obtener beneficios el cuarto trimestre. El problema es que, tras seis años de pérdidas, la mayoría de los inversores han perdido la fe en el otrora gurú de la "nueva economía".
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