L. D. / EP.- La Sección Segunda de la Audiencia de Barcelona ha celebrado la tercera sesión del juicio contra la cúpula de Bankpyme y varios inversores a los que se acusa de fraude fiscal. Este miércoles han declarado los primeros inversores procesados por defraudar a Hacienda cantidades millonarias durante 1986 y 1990 mediante los fondos multidinero y multivalor que ofrecía el banco.
El acusado Gregorio F. S. –quien entre 1986 y 1988 triplicó los 86 millones de pesetas que tenía en una de las dos cuentas abiertas en dichos fondos– reconoció que "en aquella época era habitual", llevar un doble contabilidad; una legal y otra que "el mercado te exigía no declarar". El inversor no supo precisar quién le informó de la existencia de este tipo de fondos y añadió que era "uno más de los instrumentos financieros opacos" que se utilizaban en aquellos años, similares a los "afros", los "pagarés del Tesoro" o los pagarés de empresa.
Sin embargo, el acusado aseguró que no conocía con "exactitud" la alta rentabilidad que diferenciaba estos fondos del resto de activos financieros, y señaló que decidió invertir en ellos por otro tipo de ventajas "porque te permitían suscribir una póliza de crédito". En la sesión también declaró el consejero delegado de Bankpyme, Ramon Solanellas, quien dijo "no tener constancia" de que "la comisión ejecutiva aprobase" explícitamente la utilización de nombres cifrados en las listas de clientes.
Como aseguraron el resto de miembros de la cúpula de Bankpyme que ya declararon, Solanellas ha explicado que se cifraron los datos de los inversores por "discreción y seguridad" ya que por entonces "había mucho terrorismo" y varios empresarios eran objeto de amenazas. El juicio por fraude fiscal contra Bankpyme continuará este jueves con la declaración del resto de inversores "sujetos pasivos" de la defraudación al fisco.
!-->
El acusado Gregorio F. S. –quien entre 1986 y 1988 triplicó los 86 millones de pesetas que tenía en una de las dos cuentas abiertas en dichos fondos– reconoció que "en aquella época era habitual", llevar un doble contabilidad; una legal y otra que "el mercado te exigía no declarar". El inversor no supo precisar quién le informó de la existencia de este tipo de fondos y añadió que era "uno más de los instrumentos financieros opacos" que se utilizaban en aquellos años, similares a los "afros", los "pagarés del Tesoro" o los pagarés de empresa.
Sin embargo, el acusado aseguró que no conocía con "exactitud" la alta rentabilidad que diferenciaba estos fondos del resto de activos financieros, y señaló que decidió invertir en ellos por otro tipo de ventajas "porque te permitían suscribir una póliza de crédito". En la sesión también declaró el consejero delegado de Bankpyme, Ramon Solanellas, quien dijo "no tener constancia" de que "la comisión ejecutiva aprobase" explícitamente la utilización de nombres cifrados en las listas de clientes.
Como aseguraron el resto de miembros de la cúpula de Bankpyme que ya declararon, Solanellas ha explicado que se cifraron los datos de los inversores por "discreción y seguridad" ya que por entonces "había mucho terrorismo" y varios empresarios eran objeto de amenazas. El juicio por fraude fiscal contra Bankpyme continuará este jueves con la declaración del resto de inversores "sujetos pasivos" de la defraudación al fisco.
!-->