L. D.-
Las historias profesionales de Ángel Corcóstegui y Pedro Luis Uriarte han trazado líneas paralelas desde sus comienzos en el competitivo sector bancario. El brillante currículo de ambos y su gran capacidad para la organización y la estrategia no pasaron desapercibidos ante los ojos de Emilio Ybarra, capo por entonces del BBV. La incógnita por saber por cuál de los dos delfines se decantaría el banquero vasco la despejó el propio Corcóstegui cuando decidió fichar por como consejero delegado del BCH a principios del año 1999. Con el camino despejado de competencia, Uriarte ocupó nueve meses después el mismo cargo en el gigante resultante de la integración de Argentaria y el BBV.
Los últimos acontecimientos en el seno tanto del ex BSCH y el BBVA han demostrado que el destino de Corcóstegui y Uriarte sigue cortado por el mismo patrón. Cuando parecía que la paz había llegado a la casa de los Botín (dicho con todo el sentido de la palabra), han comenzado a surgir unos curiosos rumores que colocarían al todavía consejero delegado del Grupo Santander fuera del banco. En un principio, se llegó a decir en los mentideros bancarios que el lugar de Corcóstegui era la presidencia de Caja Madrid, si finalmente Miguel Blesa emigraba hasta la compañía Iberia para sustituir a un más que denostado Xavier de Irala.
Sin embargo, El Confidencial.com apunta ahora hacia un posible acercamiento del PNV sobre Corcóstegui para colocarlo al mando de la Bilbao Bizkaia Kutxa. En este sentido, se especula con que el actual presidente de esta caja de ahorros, José Ignacio Berroeta, podría adelantar su jubilación por motivos de salud. Estas filtraciones interesadas que algunos achacan al entorno de Botín, podrían estar preparando el retorno de la hija pródiga, Ana Patricia Botín. No obstante, después de finiquitar a José María Amusátegui, a su padre parece que le queda cuerda todavía para rato.
Por otra parte, este domingo, el diario El Mundo se hacía eco de algo que no para de sonar en las oficinas centrales del Banco Bilbao Vizcaya Argentaria: Uriarte y Francisco González (copresidente del BBVA) no se llevan demasiado bien. Por ello, el delfín de Ybarra podría hacer coincidir su salida de la entidad financiera con la de su jefe en marzo del año que viene. Esto supondría un adelanto de tres años de la fecha en que Uriarte tiene que jubilarse al cumplir los 62 años. Para desgracia de FG, los normas de la casa otorgan a Uriarte la potestad de nombrar a su sucesor, siendo su hombre de confianza, José Ignacio Goirigolzarri, el mejor colocado.
Algunos expertos en la materia señalan que esta representación de Saturno devorando a sus hijos al mismísimo estilo José María Cuevas en la CEOE tiene sus orígenes en unos procesos de integración-fusión bancaria en los que, para tener contento a todo el personal, no se sabe quien absorbe a quién. Por mucho que se diga, el pez grande siempre se come al chico, o por lo menos eso pretende.
Los últimos acontecimientos en el seno tanto del ex BSCH y el BBVA han demostrado que el destino de Corcóstegui y Uriarte sigue cortado por el mismo patrón. Cuando parecía que la paz había llegado a la casa de los Botín (dicho con todo el sentido de la palabra), han comenzado a surgir unos curiosos rumores que colocarían al todavía consejero delegado del Grupo Santander fuera del banco. En un principio, se llegó a decir en los mentideros bancarios que el lugar de Corcóstegui era la presidencia de Caja Madrid, si finalmente Miguel Blesa emigraba hasta la compañía Iberia para sustituir a un más que denostado Xavier de Irala.
Sin embargo, El Confidencial.com apunta ahora hacia un posible acercamiento del PNV sobre Corcóstegui para colocarlo al mando de la Bilbao Bizkaia Kutxa. En este sentido, se especula con que el actual presidente de esta caja de ahorros, José Ignacio Berroeta, podría adelantar su jubilación por motivos de salud. Estas filtraciones interesadas que algunos achacan al entorno de Botín, podrían estar preparando el retorno de la hija pródiga, Ana Patricia Botín. No obstante, después de finiquitar a José María Amusátegui, a su padre parece que le queda cuerda todavía para rato.
Por otra parte, este domingo, el diario El Mundo se hacía eco de algo que no para de sonar en las oficinas centrales del Banco Bilbao Vizcaya Argentaria: Uriarte y Francisco González (copresidente del BBVA) no se llevan demasiado bien. Por ello, el delfín de Ybarra podría hacer coincidir su salida de la entidad financiera con la de su jefe en marzo del año que viene. Esto supondría un adelanto de tres años de la fecha en que Uriarte tiene que jubilarse al cumplir los 62 años. Para desgracia de FG, los normas de la casa otorgan a Uriarte la potestad de nombrar a su sucesor, siendo su hombre de confianza, José Ignacio Goirigolzarri, el mejor colocado.
Algunos expertos en la materia señalan que esta representación de Saturno devorando a sus hijos al mismísimo estilo José María Cuevas en la CEOE tiene sus orígenes en unos procesos de integración-fusión bancaria en los que, para tener contento a todo el personal, no se sabe quien absorbe a quién. Por mucho que se diga, el pez grande siempre se come al chico, o por lo menos eso pretende.