L. D. / EFE.- El presidente estadounidense, George Bush, desea reemplazar al secretario del Tesoro, Paul O'Neill, por no estar satisfecho de su trabajo. Según el periódico, que cita a una fuente anónima de la Casa Blanca, el vicepresidente Dick Cheney ha tenido varios contactos con posibles candidatos para reemplazar a O'Neill. Entre estos nombres destacan los de Paine Webber, presidente del directorio de UBS, Donald Marron, y el ex vicepresidente de CSFB, Jack Hennessy.
Estas personas provienen de Wall Street, tal como Robert Rubin, secretario del Tesoro de la administración de Bill Clinton y a quien se considera como uno de los grandes responsables de la bonanza económica que vivió los EEUU en la década de los 90. La administración de Bush estaría descontenta por las señales confusas que ha enviado O'Neill a los mercados, especialmente en tiempos en los que la economía se hunde en la recesión.
Cabe recordar que tan sólo al mes de haber asumido su cargo, O'Neill hizo una declaración en la que decía que los EEUU no necesariamente seguiría una política de dólar fuerte, lo que provocó una fuerte caída de la divisa. Asimismo, las dificultades que ha encontrado el secretario del Tesoro para convencer a los congresistas de aprobar el paquete de estímulo de la economía también han molestado al Ejecutivo.
El New York Post sugiere que el cambio del secretario del Tesoro podría producirse durante las fiestas de fin de año, y que sería O'Neill quien presentaría su renuncia. La noticia ha causado un gran revuelo en Washington y fue rápidamente desmentida por el subsecretario del Tesoro, Kenneth Dam. La mano derecha de O´Neill calificó la información del periódico como una información "sin sentido" y carente de fundamentos.
Estas personas provienen de Wall Street, tal como Robert Rubin, secretario del Tesoro de la administración de Bill Clinton y a quien se considera como uno de los grandes responsables de la bonanza económica que vivió los EEUU en la década de los 90. La administración de Bush estaría descontenta por las señales confusas que ha enviado O'Neill a los mercados, especialmente en tiempos en los que la economía se hunde en la recesión.
Cabe recordar que tan sólo al mes de haber asumido su cargo, O'Neill hizo una declaración en la que decía que los EEUU no necesariamente seguiría una política de dólar fuerte, lo que provocó una fuerte caída de la divisa. Asimismo, las dificultades que ha encontrado el secretario del Tesoro para convencer a los congresistas de aprobar el paquete de estímulo de la economía también han molestado al Ejecutivo.
El New York Post sugiere que el cambio del secretario del Tesoro podría producirse durante las fiestas de fin de año, y que sería O'Neill quien presentaría su renuncia. La noticia ha causado un gran revuelo en Washington y fue rápidamente desmentida por el subsecretario del Tesoro, Kenneth Dam. La mano derecha de O´Neill calificó la información del periódico como una información "sin sentido" y carente de fundamentos.