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El copresidente del BBVA, Emilio Ybarra, y el vicepresidente y consejero delegado, Pedro Luis Uriarte, anunciarán este martes, durante el último consejo de administración del año, su decisión de abandonar de forma inmediata y conjunta sus cargos en el banco. El copresidente Francisco González tomará el mando único y el actual director general del negocio minorista, José Ignacio Goirigolzarri, se hará cargo de la gestión.
La salida de la entidad tanto de Ybarra como de Uriarte se producirá "de foma inmediata", con lo que el presidente de BBVA abandonará este cargo tras doce años al frente de la entidad y meses antes de la fecha prevista inicialmente, la junta de accionistas del próximo mes de marzo. Los cambios en la cúpula del banco traerán consigo un nuevo organigrama con una estructura vertical, puesto que Goirigolzarri ocupará previsiblemente sólo el cargo de consejero delegado y no así el de vicepresidente, que también ostentaba Pedro Luis Uriarte. Ybarra, por su parte, continuará como consejero y miembro de la comisión permanente.
Como ya adelantó Libertad Digital , Uriarte ha adoptado la decisión de abandonar la entidad tras haber cerrado el programa CREA (Capitalización, Rentabilidad, Eficacia y Anticipación), un proyecto de transformación de la entidad a tres años que se cerró anticipadamente el 31 de octubre con la revisión de previsiones del banco a causa de la desaceleración económica. Con estos cambios en la cúpula, que dejan a la entidad con una estructura vertical de poder, un presidente (Francisco González) y un consejero delegado (José Ignacio Goirigolzarri), el BBVA se enfrenta al cierre definitivo de su fusión.
Según publica La Gaceta de los Negocios, el PNV ha aprovechado la coyuntura para tantear a Pedro Luis Uriarte y ofrecerle la presidencia de la Bilbao Bizkaia Kutxa (BBK). Se da la circunstancia de que este mismo puesto también se le ofreció al consejero delegado del SCH, Ángel Corcóstegui. Sin embargo, la ventaja con que parte Uriarte es que, a diferencia de Corcóstegui, nunca ha ocultado sus simpatías por el nacionalismo vasco, incluso llegó a ser militante del PNV. Tras la españolización del BBVA, el plan del Gobierno vasco es el de fusionar la BBK, la Caja Vital y la Kutxa y poner al frente de la misma a la mano derecha de Emilio Ybarra. Algo bastante difícil por las marcadas rivalidades entre las tres cajas de ahorros y por que el Partido Popular es quien manda en la actualidad Caja Vital.
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La salida de la entidad tanto de Ybarra como de Uriarte se producirá "de foma inmediata", con lo que el presidente de BBVA abandonará este cargo tras doce años al frente de la entidad y meses antes de la fecha prevista inicialmente, la junta de accionistas del próximo mes de marzo. Los cambios en la cúpula del banco traerán consigo un nuevo organigrama con una estructura vertical, puesto que Goirigolzarri ocupará previsiblemente sólo el cargo de consejero delegado y no así el de vicepresidente, que también ostentaba Pedro Luis Uriarte. Ybarra, por su parte, continuará como consejero y miembro de la comisión permanente.
Como ya adelantó Libertad Digital , Uriarte ha adoptado la decisión de abandonar la entidad tras haber cerrado el programa CREA (Capitalización, Rentabilidad, Eficacia y Anticipación), un proyecto de transformación de la entidad a tres años que se cerró anticipadamente el 31 de octubre con la revisión de previsiones del banco a causa de la desaceleración económica. Con estos cambios en la cúpula, que dejan a la entidad con una estructura vertical de poder, un presidente (Francisco González) y un consejero delegado (José Ignacio Goirigolzarri), el BBVA se enfrenta al cierre definitivo de su fusión.
Según publica La Gaceta de los Negocios, el PNV ha aprovechado la coyuntura para tantear a Pedro Luis Uriarte y ofrecerle la presidencia de la Bilbao Bizkaia Kutxa (BBK). Se da la circunstancia de que este mismo puesto también se le ofreció al consejero delegado del SCH, Ángel Corcóstegui. Sin embargo, la ventaja con que parte Uriarte es que, a diferencia de Corcóstegui, nunca ha ocultado sus simpatías por el nacionalismo vasco, incluso llegó a ser militante del PNV. Tras la españolización del BBVA, el plan del Gobierno vasco es el de fusionar la BBK, la Caja Vital y la Kutxa y poner al frente de la misma a la mano derecha de Emilio Ybarra. Algo bastante difícil por las marcadas rivalidades entre las tres cajas de ahorros y por que el Partido Popular es quien manda en la actualidad Caja Vital.
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