L D (AFP) La revista erótica Playboy ha ofrecido a las empleadas de la empresa estadounindese Enron, víctimas de la impresionante quiebra del gigante de energético, la posibilidad de concursar para posar desnudas. En un comunicado, la publicación explicó que las candidatas a concursar en "Las mujeres de Enron" deberán enviar una foto en la cual se muestren vestidas de un traje de baño de dos piezas y un retrato.
Gary Cole, director de fotografía de la revista, declaró que "cuando una puerta se cierra, otra se abre". En este sentido, Cole señaló que "Playboy ofrece a las mujeres de Enron una oportunidad apasionante que podría llevarlas a una nueva carrera". Dos mil empleados de Enron han sido despedidos desde el inicio del proceso judicial a la empresa. La multinacional energética tiene el dudoso honor de haber declarado la quiebra más espectacular de la historia económica de Estados Unidos.
La crisis de Enron ha provocado una convulsión en los mercados financieros mundiales, ya que ahora nadie se fía de las cuentas presentadas por las empresas. De este tiene mucha culpa la auditora Andersen, contra la que se ha querellado el Departamento de Justicia. Por si fuera poco, el escándalo tiene ramificaciones políticas, debido a los vínculos entre el Gobierno de George W. Bush y los responsables del grupo de distribución de energía.
Gary Cole, director de fotografía de la revista, declaró que "cuando una puerta se cierra, otra se abre". En este sentido, Cole señaló que "Playboy ofrece a las mujeres de Enron una oportunidad apasionante que podría llevarlas a una nueva carrera". Dos mil empleados de Enron han sido despedidos desde el inicio del proceso judicial a la empresa. La multinacional energética tiene el dudoso honor de haber declarado la quiebra más espectacular de la historia económica de Estados Unidos.
La crisis de Enron ha provocado una convulsión en los mercados financieros mundiales, ya que ahora nadie se fía de las cuentas presentadas por las empresas. De este tiene mucha culpa la auditora Andersen, contra la que se ha querellado el Departamento de Justicia. Por si fuera poco, el escándalo tiene ramificaciones políticas, debido a los vínculos entre el Gobierno de George W. Bush y los responsables del grupo de distribución de energía.