Libertad Digital Las manifestaciones de Badajoz y Sevilla (bastiones del PSOE en España) organizadas por UGT, CCOO y PSOE como ensayo general para la huelga del 20-J vuelve a poner sobre la mesa el oscuro asunto de la financiación de los sindicatos. En la edición de esta semana de la revista Época , Lorenzo Bernaldo de Quirós relata en un artículo titulado “El pesebre sindical” como los españoles ignoran el hecho de que “los recursos de las organizaciones sindicales proceden en su inmensa mayoría de sus impuestos”. El pasado viernes, el secretario general de CCOO en Cataluña, Joan Coscubiela , criticó a José María Aznar por emular a Francisco Franco al intentar utilizar el fútbol “para distraer” a los ciudadanos de otros problemas mayores. Todo porque Aznar dijo que había que “ganar el partido” del 20-J. Sin embargo, nadie dentro del seno de Comisiones (tampoco en UGT) ha hecho mención alguna a que la imposición a los contribuyentes de una cuota obligatoria para sufragar a las centrales sindicales se asemeja mucho a la manera en el que el régimen anterior financiaba a los antiguos sindicatos.
Pese a que a los sindicatos les resulta casi imposible que sus escasos afiliados (la tasa de afiliación en España es la más baja de la OCDE) abonen las cuotas, ya han encontrado otras vías para subvencionarse. Y es que UGT y CCOO reciben de la Administración Pública casi cincuenta mil millones de pesetas al año. Los datos cantan. El Ministerio de Jesús Posada (Administraciones Públicas) oxigena las cuentas sindicales con nada menos que 10.000 millones de pesetas anuales, según detalla Época. Pero es la Cartera de su compañero Juan Carlos Aparicio la que más dinero aporta a las organizaciones de Cándido Méndez y José María Fidalgo. Sólo en formación ocupacional, cerca de 320 millones de pesetas. En formación del empleo, más de 2.000 millones de pesetas. Y cerca de 1.300 millones en lo que el Ministerio de Trabajo entiende por “actividades sindicales”. No se especifica si el diseño de carteles, la preparación de huelgas o el transporte de piqueteros se incluye en este apartado. Además, reciben una ayuda considerable de las comunidades autónomas. Pero esto es calderilla si se compara con la millonada que reciben para dar cursos (no siempre) a los parados.
Formación continua, dinero seguro
El Tribunal de Cuentas está aburrido de denunciar irregularidades multimillonarias en la FORCEM (Fundación para la Formación Continua), es decir, en los cursos para parados. Los sindicatos reciben suculentas partidas para este fin que no suele fraguar en programas formativos y sí en oxígeno para las arcas de CCOO y UGT. Sólo estas partidas superan con mucho los ingresos por afiliación.
El sindicato de Fidalgo recibe 11.000 millones de pesetas. El de Méndez, 17.000. Es decir, 28.000 millones de pesetas de pura subvención que además, según los reiterados informes del Tribunal de Cuentas, no van a parar a donde debieran, envueltos en continuas irregularidades, desviaciones y dobles facturas. Pocos afiliados pagan su cuota a unos sindicatos que reciben dinero de los Presupuestos Generales del Estado. En UGT, 800.000 afiliados con una cuota de 1.300 pesetas al mes, generan unos 12.000 millones de pesetas. En Comisiones se superan los 850.000 con una cuota por importe similar. Curiosamente, dos mil menos de los aritméticamente correctos. Hasta Arzalluz lo tiene claro en este tema: “Los sindicatos se están papeando grandes sumas de dinero a través de los fondos de formación”.
Patrimonio sindical: Medio millón de metros cuadrados gratis
En aplicación de la Ley 43/ 1998 de 15 de diciembre, los sindicatos reciben un total de 545.000 metros cuadrados por la compensación que se hizo a los partidos políticos de los bienes incautados durante la guerra civil. Para los casos que no se podían demostrar, la Ley establecía unas subvenciones de las que se han beneficiado, y mucho, UGT y CCOO. Por si fuera poco, municipios de Extremadura controlados por el PSOE, y con el voto en contra del PP, aprobaron costear el transporte de los sindicalistas para la manifestación que se ha celebrado este sábado en Badajoz. De nuevo, dinero público, al fin y al cabo.
Pese a que a los sindicatos les resulta casi imposible que sus escasos afiliados (la tasa de afiliación en España es la más baja de la OCDE) abonen las cuotas, ya han encontrado otras vías para subvencionarse. Y es que UGT y CCOO reciben de la Administración Pública casi cincuenta mil millones de pesetas al año. Los datos cantan. El Ministerio de Jesús Posada (Administraciones Públicas) oxigena las cuentas sindicales con nada menos que 10.000 millones de pesetas anuales, según detalla Época. Pero es la Cartera de su compañero Juan Carlos Aparicio la que más dinero aporta a las organizaciones de Cándido Méndez y José María Fidalgo. Sólo en formación ocupacional, cerca de 320 millones de pesetas. En formación del empleo, más de 2.000 millones de pesetas. Y cerca de 1.300 millones en lo que el Ministerio de Trabajo entiende por “actividades sindicales”. No se especifica si el diseño de carteles, la preparación de huelgas o el transporte de piqueteros se incluye en este apartado. Además, reciben una ayuda considerable de las comunidades autónomas. Pero esto es calderilla si se compara con la millonada que reciben para dar cursos (no siempre) a los parados.
Formación continua, dinero seguro
El Tribunal de Cuentas está aburrido de denunciar irregularidades multimillonarias en la FORCEM (Fundación para la Formación Continua), es decir, en los cursos para parados. Los sindicatos reciben suculentas partidas para este fin que no suele fraguar en programas formativos y sí en oxígeno para las arcas de CCOO y UGT. Sólo estas partidas superan con mucho los ingresos por afiliación.
El sindicato de Fidalgo recibe 11.000 millones de pesetas. El de Méndez, 17.000. Es decir, 28.000 millones de pesetas de pura subvención que además, según los reiterados informes del Tribunal de Cuentas, no van a parar a donde debieran, envueltos en continuas irregularidades, desviaciones y dobles facturas. Pocos afiliados pagan su cuota a unos sindicatos que reciben dinero de los Presupuestos Generales del Estado. En UGT, 800.000 afiliados con una cuota de 1.300 pesetas al mes, generan unos 12.000 millones de pesetas. En Comisiones se superan los 850.000 con una cuota por importe similar. Curiosamente, dos mil menos de los aritméticamente correctos. Hasta Arzalluz lo tiene claro en este tema: “Los sindicatos se están papeando grandes sumas de dinero a través de los fondos de formación”.
Patrimonio sindical: Medio millón de metros cuadrados gratis
En aplicación de la Ley 43/ 1998 de 15 de diciembre, los sindicatos reciben un total de 545.000 metros cuadrados por la compensación que se hizo a los partidos políticos de los bienes incautados durante la guerra civil. Para los casos que no se podían demostrar, la Ley establecía unas subvenciones de las que se han beneficiado, y mucho, UGT y CCOO. Por si fuera poco, municipios de Extremadura controlados por el PSOE, y con el voto en contra del PP, aprobaron costear el transporte de los sindicalistas para la manifestación que se ha celebrado este sábado en Badajoz. De nuevo, dinero público, al fin y al cabo.