L D (EFE)
Esa es la conclusión a la que llegó el juzgado de Instrucción número 33 de Barcelona al analizar este capítulo de las relaciones entre el holding del ex presidente del FC Barcelona y el inspector fiscal Manuel Abella, imputado como otros seis compañeros en esta supuesta trama de corrupción.
El auto judicial que motivó el primer registro en las oficinas de la empresa Núñez en la calle Urgell de Barcelona, el pasado 3 de mayo, expone que, del análisis de los datos reunidos por el juzgado sobre la concesión de ese crédito, se desprende que el préstamo "se da más al propio grupo Núñez que al cliente Manuel Abella, lo que refuerza la idea de concierto entre ambas partes". Ese concierto, según el juzgado y la acusación, tenía como objetivo que el inspector tributario ocultase la realidad tributaria y fiscal del grupo del constructor a cambio de contraprestaciones, una de las cuales, presuntamente, fue la mediación para que Abella obtuviese el crédito hipotecario, por una cantidad superior a la que realmente necesitaba.
Por este episodio concreto del préstamo hipotecario está imputado en la causa el hijo del ex presidente del Barcelona, Josep Lluis Núñez Navarro.
Según documentación recopila por el juzgado, conocida tras levantarse el secreto del sumario, Abella, al tiempo que inspeccionaba a las empresas de Núñez, compró a una empresa del constructor en mayo de 1994 dos viviendas de la calle Balmes y dos plazas de aparcamiento por 86'3 millones de pesetas, precio que incluía las obras de reforma para unificar los pisos en uno sólo.
El auto judicial que motivó el primer registro en las oficinas de la empresa Núñez en la calle Urgell de Barcelona, el pasado 3 de mayo, expone que, del análisis de los datos reunidos por el juzgado sobre la concesión de ese crédito, se desprende que el préstamo "se da más al propio grupo Núñez que al cliente Manuel Abella, lo que refuerza la idea de concierto entre ambas partes". Ese concierto, según el juzgado y la acusación, tenía como objetivo que el inspector tributario ocultase la realidad tributaria y fiscal del grupo del constructor a cambio de contraprestaciones, una de las cuales, presuntamente, fue la mediación para que Abella obtuviese el crédito hipotecario, por una cantidad superior a la que realmente necesitaba.
Por este episodio concreto del préstamo hipotecario está imputado en la causa el hijo del ex presidente del Barcelona, Josep Lluis Núñez Navarro.
Según documentación recopila por el juzgado, conocida tras levantarse el secreto del sumario, Abella, al tiempo que inspeccionaba a las empresas de Núñez, compró a una empresa del constructor en mayo de 1994 dos viviendas de la calle Balmes y dos plazas de aparcamiento por 86'3 millones de pesetas, precio que incluía las obras de reforma para unificar los pisos en uno sólo.