LD (EFE) Según el Informe sobre las Inversiones en el Mundo 2002" elaborado anualmente por la Conferencia de Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo (UNCTAD) y presentado en España por uno de los participantes en la redacción del documento, Miguel Pérez, la caída de la inversión en España se mantiene. Pérez aseguró que tras la caída de la inversión registrada en el 2001, en el presente año "se mantienen" las razones de aquel descenso, por lo que afirmó que no esperan una mejora, y dijo que "no va a ser el 2002 el año de la recuperación en cuanto a los flujos de inversión extranjera directa en el mundo".
El informe indica que la inversión española en el extranjero se redujo el 49 por ciento en el 2001 con respecto al año anterior, al pasar de 54.675 millones de dólares a 27.805 millones, con lo que bajó en el ránking mundial de inversores del sexto al noveno puesto. La entrada de capital extranjero también se redujo significativamente, el 42 por ciento, ya que se recibieron 21.781 millones de dólares en el 2001 frente a los 37.523 millones captados el año anterior, lo que significó, además, un retroceso en la lista mundial de receptores del octavo al duodécimo puesto.
España, mejor que el resto de la UE
Estas cifras rompen la tendencia de crecimiento tanto de la inversión española en el extranjero como de la recibida de inversores foráneos que se mantenía desde 1997. Pese a todo, el descenso registrado en la economía española es menor que el de la media de la Unión Europea (UE), que recibió el sesenta por ciento menos de capital exterior que un año antes y destinó el 62 por ciento menos para sus inversiones en el extranjero, mientras que la media mundial se situó en reducciones del 51 por ciento y del 55 por ciento respectivamente.
Según Utrera, en el 2001 España "siguió siendo un país inversor", al igual que en los últimos seis años, ya que el saldo entre lo que salió a otros países y lo que entró ascendió a más de 6.000 millones de euros.
El informe indica que la inversión española en el extranjero se redujo el 49 por ciento en el 2001 con respecto al año anterior, al pasar de 54.675 millones de dólares a 27.805 millones, con lo que bajó en el ránking mundial de inversores del sexto al noveno puesto. La entrada de capital extranjero también se redujo significativamente, el 42 por ciento, ya que se recibieron 21.781 millones de dólares en el 2001 frente a los 37.523 millones captados el año anterior, lo que significó, además, un retroceso en la lista mundial de receptores del octavo al duodécimo puesto.
España, mejor que el resto de la UE
Estas cifras rompen la tendencia de crecimiento tanto de la inversión española en el extranjero como de la recibida de inversores foráneos que se mantenía desde 1997. Pese a todo, el descenso registrado en la economía española es menor que el de la media de la Unión Europea (UE), que recibió el sesenta por ciento menos de capital exterior que un año antes y destinó el 62 por ciento menos para sus inversiones en el extranjero, mientras que la media mundial se situó en reducciones del 51 por ciento y del 55 por ciento respectivamente.
Según Utrera, en el 2001 España "siguió siendo un país inversor", al igual que en los últimos seis años, ya que el saldo entre lo que salió a otros países y lo que entró ascendió a más de 6.000 millones de euros.