LD (EFE) El banco pretende conseguir que los beneficios de la entidad crezcan a tasas anuales de entre un 10 y un 15 por ciento, mientras que espera aumentar su cuota de mercado en España en un 0,25 por ciento anual. La consecución de estos objetivos han llevado a la entidad financiera a emprender una profunda remodelación de su área de banca comercial , que ha dividido en dos líneas de negocio, la dedicada a las empresas y la encaminada al cliente minorista.
Esta reorganización también ha provocado variaciones en las estructuras intermedias del banco, de forma que las 16 direcciones regionales se transformarán en ocho direcciones territoriales minoristas y cinco direcciones territoriales de empresas. Fernando Ruano, que hasta ahora se encargaba del área de Banca Comercial será el responsable de Banca Minorista, en tanto que José Nieto se hará cargo de Banca de Empresas.
Además, se integrarán las áreas de Tesorería y Mercados de Capitales con el área de Banca al por Mayor, al frente de la cual estará Jorge Maortúa, con el objetivo de dar un mejor servicio global al cliente corporativo. Asimismo, fuentes del banco indicaron que previsiblemente el Consejo de Administración del banco -actualmente compuesto por nueve personas- reducirá su número de consejeros ejecutivos, para adaptar su composición a las recomendaciones de buen gobierno de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV).
Objetivos
Banesto pretende convertirse en los próximos años en el líder español en banca de empresas, un negocio que pretende potenciar con el objetivo de que antes de que concluya el año 2003 se haya incrementado en un 50 por ciento los 166.000 clientes con los que cuenta actualmente.
Según fuentes de Banesto, la entidad cuenta con "ventajas competitivas" importantes tanto para los comercios, como las pymes o las compañías de mediano y gran tamaño. La entidad que preside Ana Patricia Botín también pretende acercar el banco a los clientes minoristas -su principal línea de negocio- de forma que los centros de decisión se descentralice para que la gran política del banco se adapte a las peculiaridades de cada territorio.
La intención de estas medidas es aligerar las estructuras intermedias de decisión, sin que ello suponga ni una reducción de oficinas, plantilla o una decisión vinculada a un ahorro de costes.
Esta reorganización también ha provocado variaciones en las estructuras intermedias del banco, de forma que las 16 direcciones regionales se transformarán en ocho direcciones territoriales minoristas y cinco direcciones territoriales de empresas. Fernando Ruano, que hasta ahora se encargaba del área de Banca Comercial será el responsable de Banca Minorista, en tanto que José Nieto se hará cargo de Banca de Empresas.
Además, se integrarán las áreas de Tesorería y Mercados de Capitales con el área de Banca al por Mayor, al frente de la cual estará Jorge Maortúa, con el objetivo de dar un mejor servicio global al cliente corporativo. Asimismo, fuentes del banco indicaron que previsiblemente el Consejo de Administración del banco -actualmente compuesto por nueve personas- reducirá su número de consejeros ejecutivos, para adaptar su composición a las recomendaciones de buen gobierno de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV).
Objetivos
Banesto pretende convertirse en los próximos años en el líder español en banca de empresas, un negocio que pretende potenciar con el objetivo de que antes de que concluya el año 2003 se haya incrementado en un 50 por ciento los 166.000 clientes con los que cuenta actualmente.
Según fuentes de Banesto, la entidad cuenta con "ventajas competitivas" importantes tanto para los comercios, como las pymes o las compañías de mediano y gran tamaño. La entidad que preside Ana Patricia Botín también pretende acercar el banco a los clientes minoristas -su principal línea de negocio- de forma que los centros de decisión se descentralice para que la gran política del banco se adapte a las peculiaridades de cada territorio.
La intención de estas medidas es aligerar las estructuras intermedias de decisión, sin que ello suponga ni una reducción de oficinas, plantilla o una decisión vinculada a un ahorro de costes.