L D (EFE) La Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) investiga en estos momentos posibles movimientos especulativos en las acciones de Unión Fenosa el pasado día 9, cuando la compañía eléctrica gallega se desplomó y sufrió el mayor castigo del mercado, al caer un 10,2 por ciento. El director financiero, Juan Antonio Hernández Rubio, reconoció el jueves que la propia compañía, en colaboración con la CNMV, investigaba estas transacciones.
Según dijo el propio Hernández Rubio, el número de acciones a préstamo que se intercambiaron en dicha sesión ascendió a 30 millones, algo inusual en una jornada, y representaba casi el 10 por ciento del capital. Estas operaciones a crédito son una práctica legal y habitual, aunque ahora no lo son tanto debido a la debilidad de los mercados. Consisten en solicitar la venta de acciones que no son propias, haciendo una apuesta por la bajada de la cotización que permita la recompra a un precio más bajo y posteriormente devolverlas con el consiguiente beneficio.
Hasta el jueves, cuando el SCH aumentó su participación de referencia en la eléctrica desde el 16,6 por ciento hasta el 20,4 por ciento, Unión Fenosa había perdido más de un 25 por ciento en una semana. Los descensos de los títulos de la compañía, sobre todo en los primeros días de octubre, se debieron a los rumores sobre las dificultades para hacer frente a su alto endeudamiento. La última puntilla fue puesta por la firma CFRA, que ponía en entredicho su contabilidad, lo que ha sido rotundamente negado por la dirección de la empresa.
Según dijo el propio Hernández Rubio, el número de acciones a préstamo que se intercambiaron en dicha sesión ascendió a 30 millones, algo inusual en una jornada, y representaba casi el 10 por ciento del capital. Estas operaciones a crédito son una práctica legal y habitual, aunque ahora no lo son tanto debido a la debilidad de los mercados. Consisten en solicitar la venta de acciones que no son propias, haciendo una apuesta por la bajada de la cotización que permita la recompra a un precio más bajo y posteriormente devolverlas con el consiguiente beneficio.
Hasta el jueves, cuando el SCH aumentó su participación de referencia en la eléctrica desde el 16,6 por ciento hasta el 20,4 por ciento, Unión Fenosa había perdido más de un 25 por ciento en una semana. Los descensos de los títulos de la compañía, sobre todo en los primeros días de octubre, se debieron a los rumores sobre las dificultades para hacer frente a su alto endeudamiento. La última puntilla fue puesta por la firma CFRA, que ponía en entredicho su contabilidad, lo que ha sido rotundamente negado por la dirección de la empresa.