(Libertad Digital) Según publica el diario Cinco Días , el BBVA absorberá a su filial de banca privada en España, Privanza, para integrarla en la nueva unidad de servicios financieros personales. La decisión se produce apenas seis meses después del escándalo de las cuentas secretas en paraísos fiscales y cuadra con el esfuerzo del presidente, Francisco González, por alejar el recuerdo de las tramas judiciales e iniciar “una nueva etapa”. Además, concuerda con la intención del grupo de crear una nueva estructura de banca al por menor, menos segmentada, y en la que se pretende reforzar la banca de servicios y distribución de productos.
El banco valora también la posibilidad de deshacerse de negocios de gestión de patrimonios en el extranjero, sobre todo, de la filial radicada en Jersey, más ligada a los casos judiciales. Además, se baraja un posible cambio de nombre de la de Zurich, BBVA Privanza Zurich, que podría pasar a denominarse BBVA Zurich.
La imagen en de Privanza se ha deteriorado considerablemente en los dos últimos años, tras la investigación abierta por el juez de la Audiencia Nacional, Baltasar Garzón, por una supuesta evasión de capitales al paraíso fiscal de Jersey. Según el magistrado, esta filial ofrecía unos productos fiduciarios idóneos para blanquear capitales y evadir impuestos. La situación empeoró con el estallido en marzo del escándalo de las cuentas ocultas en paraísos fiscales.
El banco valora también la posibilidad de deshacerse de negocios de gestión de patrimonios en el extranjero, sobre todo, de la filial radicada en Jersey, más ligada a los casos judiciales. Además, se baraja un posible cambio de nombre de la de Zurich, BBVA Privanza Zurich, que podría pasar a denominarse BBVA Zurich.
La imagen en de Privanza se ha deteriorado considerablemente en los dos últimos años, tras la investigación abierta por el juez de la Audiencia Nacional, Baltasar Garzón, por una supuesta evasión de capitales al paraíso fiscal de Jersey. Según el magistrado, esta filial ofrecía unos productos fiduciarios idóneos para blanquear capitales y evadir impuestos. La situación empeoró con el estallido en marzo del escándalo de las cuentas ocultas en paraísos fiscales.