L D (EFE) Según el acuerdo alcanzado con el sindicato bancario SIF, Nokia y Ericsson, France Télécom adquirirá hasta 6.100 millones de euros de la deuda, que se desglosan en 5.900 millones más los intereses y los costes acumulados hasta el 15 de marzo próximo, como fecha límite. Para pagar esta compra, el operador francés emitirá títulos de duración indeterminada reembolsables en acciones nuevas France Télécom ante SIF, Nokia y Ericcson a razón de 47 euros la unidad. Conforme al acuerdo, queda descartado en todas las circunstancias el reembolso en metálico.
El cupón antes de conversión está fijado en un 7 por ciento anual para los siete primeros años con un mecanismo de revisión en función del ajuste de la deuda a largo plazo de France Télécom y del precio de la acción del operador en el mercado. Nokia, Ericsson y SIF aceptaron una cláusula que prohíbe toda cotización y cesión de los títulos antes de los seis meses siguientes a la puesta en marcha por France Télécom de un aumento de sus fondos propios o hasta el 30 de junio de 2004, si para entonces no se ha producido dicho incremento. Al final de este período, se contempla cotizar las acciones en un mercado reglamentado.
El pasado 22 de noviembre, el operador francés anunció este pacto condicional con MobilCom para poner fin de “forma amistosa” a los acuerdos sobre su participación en UMTS, cuyo plazo para la firma con los acreedores expiraba ayer. El plan de salvamento de los negocios tradicionales de Mobilcom (telefonía móvil GSM y fija e Internet) está financiado por un crédito de 162 millones de euros concedido por cuatro bancos alemanes garantizado en un 80 por ciento por el Gobierno federal germano y el estado de Schleswig-Hosltein, informó el operador francés en noviembre. La otra parte del plan en la que participa France Télécom se refiere a la congelación del desarrollo de UMTS y supone un cargo de 7.580 millones de euros, que ya está cubierto por provisiones en sus cuentas.
El acuerdo de France Télécom con Mobilcom está condicionado también a que los accionistas de la empresa alemana aprueben el citado plan de salvamento, la congelación del desarrollo del UMTS, y la renuncia a toda reclamación por parte alemana contra el operador francés de telecomunicaciones. La junta de accionistas de MobilCom deberá celebrarse antes del próximo 30 de enero. También se necesitará el visto bueno de los accionistas de France Télécom, a más tardar el 28 de febrero, a la emisión de las obligaciones perpetuas.
Este montaje financiero permite que ese monto no figure como deuda en las cuentas de France Télécom, que ya afronta un débito récord de unos 70.000 millones de euros. A cambio, MobilCom y su fundador, Gerhard Schmid, renunciarán a toda reclamación contra el grupo France Télécom, incluida su filial de móviles Orange, y viceversa.
El cupón antes de conversión está fijado en un 7 por ciento anual para los siete primeros años con un mecanismo de revisión en función del ajuste de la deuda a largo plazo de France Télécom y del precio de la acción del operador en el mercado. Nokia, Ericsson y SIF aceptaron una cláusula que prohíbe toda cotización y cesión de los títulos antes de los seis meses siguientes a la puesta en marcha por France Télécom de un aumento de sus fondos propios o hasta el 30 de junio de 2004, si para entonces no se ha producido dicho incremento. Al final de este período, se contempla cotizar las acciones en un mercado reglamentado.
El pasado 22 de noviembre, el operador francés anunció este pacto condicional con MobilCom para poner fin de “forma amistosa” a los acuerdos sobre su participación en UMTS, cuyo plazo para la firma con los acreedores expiraba ayer. El plan de salvamento de los negocios tradicionales de Mobilcom (telefonía móvil GSM y fija e Internet) está financiado por un crédito de 162 millones de euros concedido por cuatro bancos alemanes garantizado en un 80 por ciento por el Gobierno federal germano y el estado de Schleswig-Hosltein, informó el operador francés en noviembre. La otra parte del plan en la que participa France Télécom se refiere a la congelación del desarrollo de UMTS y supone un cargo de 7.580 millones de euros, que ya está cubierto por provisiones en sus cuentas.
El acuerdo de France Télécom con Mobilcom está condicionado también a que los accionistas de la empresa alemana aprueben el citado plan de salvamento, la congelación del desarrollo del UMTS, y la renuncia a toda reclamación por parte alemana contra el operador francés de telecomunicaciones. La junta de accionistas de MobilCom deberá celebrarse antes del próximo 30 de enero. También se necesitará el visto bueno de los accionistas de France Télécom, a más tardar el 28 de febrero, a la emisión de las obligaciones perpetuas.
Este montaje financiero permite que ese monto no figure como deuda en las cuentas de France Télécom, que ya afronta un débito récord de unos 70.000 millones de euros. A cambio, MobilCom y su fundador, Gerhard Schmid, renunciarán a toda reclamación contra el grupo France Télécom, incluida su filial de móviles Orange, y viceversa.