L D (EFE) El aumento supera al registrado en 2001, que fue del 1,6 por ciento, el más bajo del último lustro, en un año en el que la economía de EEUU sufrió un breve periodo de recesión. La inflación subyacente, que excluye los precios de la energía y los alimentos, experimentó un aumento del 1,9 por ciento, el menor incremento desde el año 1999. El dato final de 2002 se difundió un día después conocerse que el índice de precios al por mayor permaneció invariable en EEUU en diciembre gracias a la caída de los precios de los automóviles, los ordenadores y los equipos de telefonía.
Esta caída de precios contrarrestó la fuerte subida de la gasolina, que en diciembre de 2002 costó un 1,6 por ciento más que en noviembre. El constante aumento del precio de la gasolina, según el Departamento de Energía, seguirá produciéndose en los próximos meses, incluso si no hay guerra en Irak. La subida es consecuencia de la huelga de la industria petrolera en Venezuela, que repercutió también en fuertes incrementos de los precios energéticos: la calefacción en los hogares fue un 4,7 por ciento más cara y el propano aumentó su precio en un 7 por ciento.
Algunos expertos han expresado su temor de que EEUU entre en un proceso de deflación (caída de precios), fenómeno que suele acompañar a los periodos de crecimiento negativo de la economía. Sin embargo, el presidente de la Reserva Federal, Alan Greenspan, manifestó el mes pasado que no hay riesgo de que la economía de Estados Unidos sufra un problema de deflación.
Esta caída de precios contrarrestó la fuerte subida de la gasolina, que en diciembre de 2002 costó un 1,6 por ciento más que en noviembre. El constante aumento del precio de la gasolina, según el Departamento de Energía, seguirá produciéndose en los próximos meses, incluso si no hay guerra en Irak. La subida es consecuencia de la huelga de la industria petrolera en Venezuela, que repercutió también en fuertes incrementos de los precios energéticos: la calefacción en los hogares fue un 4,7 por ciento más cara y el propano aumentó su precio en un 7 por ciento.
Algunos expertos han expresado su temor de que EEUU entre en un proceso de deflación (caída de precios), fenómeno que suele acompañar a los periodos de crecimiento negativo de la economía. Sin embargo, el presidente de la Reserva Federal, Alan Greenspan, manifestó el mes pasado que no hay riesgo de que la economía de Estados Unidos sufra un problema de deflación.