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El portavoz del PSOE en la Comisión de Agricultura, Ganadería y Pesca en el Congreso, Jesús Cuadrado, aseguró que la nueva PAC será “un gran fracaso… la tumba de la agricultura española”. El profesor Jesús G. Regidor advirtió que “la verdadera tarea es asegurar que los actuales agricultores puedan sobrevivir a la reforma actual, hasta la próxima reforma”.

Aquí la falacia estriba en que la intervención del Estado crea su propia necesidad de modo irreversible: si subsidia a equis, tendrá lógicamente equis, con lo que no sólo el final sino apenas una reducción del subsidio a equis será presentado como la “tumba de equis”, y sesudos profesores barruntarán sobre cómo lograr que “equis sobreviva”.

El hilo de Ariadna para escapar del laberinto es la vieja idea de Bastiat de prestar atención no sólo a lo que se ve sino también a lo que no se ve. El subsidio impide ver lo que la sociedad libremente podría hacer con el dinero que las Administraciones Públicas le arrebatan, pero eso no permite suponer que no haría nada. Es decir, no vale afirmar que si se eliminan los subsidios agrícolas entonces desaparecería la agricultura española. Esto equivaldría a dar por sentado que los españoles no gastaríamos ni un solo euro en nuestra agricultura, que sería incapaz de competir en ninguno de sus capítulos, lo que es eficaz como espectro propagandístico, pero poco realista. Por cierto, hablando de propaganda, en todo el jaleo que han montado contra la reforma de la PAC la izquierda y los empresarios agrícolas no competitivos (strange bedfellows…), han tenido mucho cuidado en ignorar el hecho de que ningún político europeo de ningún partido propone la eliminación de los subsidios, por desgracia, y que la reforma de la PAC es extremadamente tímida en lo tocante a su presupuesto global, los subsidios a la exportación, y la apertura de los mercados al Tercer Mundo.

La misma línea de análisis permite recelar de los argumentos del estilo “que equis sobreviva”, también muy eficaces en la propaganda, porque ¿quién osará defender el asesinato? La forma de abordar la cuestión es atender a los “sobrevivientes” ocultos -los contribuyentes y consumidores de los países ricos, y los productores de los países pobres- y no ofuscarse en que las cosas tal como están con los subsidios tienen que mantenerse para siempre así.

En Libre Mercado

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