Tituló dramáticamente El País: “Las cuentas nunca salen en África”. Pero un sumario destacaba: “Hace 30 años, la renta per capita subsahariana doblaba a la del este asiático; hoy es la mitad”. Caramba ¿cómo que las cuentas no salen nunca? Será que no salen ahora, pero hace apenas 30 años sí que salían.
La juerga del pensamiento único a propósito de acabar con la pobreza en África oculta, ignora o distorsiona la mayor parte del problema, pero de pronto hasta El País se contradice y debe reconocer algo que los talludos hemos visto con nuestro propios ojos: hace pocas décadas los artistas convocaban conciertos contra la pobreza y el hambre, igual que ahora ¡pero no decían ni una palabra de África!
En efecto, cuando los maduros de hoy éramos jóvenes, la pobreza era un fenómeno asiático: se utilizaba la expresión “el hambre en la India” y los rockeros cantaban para ayudar a Bangladesh.