Escribió el periodista de El País Jorge Marirrodriga: "en Argentina, en los noventa, se abrieron los mercados en gran medida y, sin embargo, se generaron los mayor índices de pobreza y recesión". Afirmó el destacado economista Jeffrey Sachs sobre América Latina: "La crónica falta de inversión en educación es en parte responsable del estancamiento económico de la región".
Es muy dudoso que en la Argentina se abriera la economía "en gran medida", y es más correcto afirmar que algunas iniciativas liberalizadoras contrastaron con otras de sentido contrario, como la expansión del gasto, los impuestos y la deuda pública. Pero lo que es absurdo es concluir que la pobreza y la recesión fueron consecuencia de la apertura en esos años noventa, porque entonces la economía creció de modo muy marcado. La pobreza y la recesión vinieron después de los noventa, y no a consecuencia de la liberalización sino de lo contrario.
En América Latina hay una "crónica falta" de libertad y de justicia, de estabilidad política y social, y de seguridad física y jurídica. Pero Sachs prefiere destacar la falta de inversión en educación. No es evidente que la educación haya sido tan calamitosa en América Latina. Por hablar de mi tierra natal, tres profesores que se formaron en la Argentina obtuvieron el premio Nobel en ciencias en tiempos distintos: Houssay el de Medicina en 1947, Leloir el de Química en 1970, y Milstein otra vez el de Medicina en 1984. Todas las personas que han visitado la Argentina siempre han subrayado la buena formación de sus habitantes. Pero el país ha perdido posiciones relativas en el mundo desde hace medio siglo. Me parece que en otras naciones latinoamericanas sucede algo parecido. Y cabe cuestionar la fácil ecuación de: + inversión en educación = + riqueza. Podría ser al revés.
