Edwin Feulner
Si hay un triunfo singular que la historia recordará del siglo XX no es la derrota del nazismo o el colapso de la Rusia soviética, sino la perdurable confianza en la libertad como fuerza moral y liberadora de todos los pueblos. La victoria de la libertad política como idea universal es tan completa en la actualidad que hasta las tiranías modernas camuflan sus países como "repúblicas populares". Ahora, mientras avanza el nuevo siglo, países de todo el mundo están adoptando nuevas instituciones para incrementar su crecimiento económico. Por tanto, la historia a buen seguro destacará que las libertades más fundamentales de propiedad, comercio, espíritu empresarial, trabajo e inversión sirvieron como las bases de la verdadera democracia y revolucionaron el mundo.
La importancia de la libertad económica – el derecho natural de una persona de ser propietario del valor que crea – debería ser cualquier cosa menos controvertida. La gente desea fervientemente librarse de la pobreza y ansía la dignidad del libre albedrío. Sin embargo, la lucha por la libertad económica se enfrenta a una eterna oposición. A los aranceles –apenas un ejemplo de proteccionismo– nunca les falta paladines o defensores y el afán de evitar riesgos siempre presionará a las sociedades a que expandan el tamaño y la autoridad del intervencionismo estatal. Es precisamente la importancia de la libertad económica –y a la postre, como señalaba Milton Friedman, la libertad política– lo que hace tan necesaria nuestra publicación del Índice de Libertad Económica.
El Índice de Libertad Económica ha documentado el progreso de la economía de mercado por medio de la investigación y el análisis durante 13 años, abarcando 161 países. Publicado conjuntamente por la Fundación Heritage y el Wall Street Journal, el Índice ha creado un retrato global de la libertad económica y ha establecido un punto de referencia con el que evaluar las perspectivas de éxito económico para un país. Obedece al sencillo principio de que algo no puede ser mejorado si no es evaluado. Rastreando el camino hacia la prosperidad económica, el Índice anual sigue sirviendo como una herramienta crítica para estudiantes, responsables de toma de decisiones, dirigentes empresariales, inversores y medios de comunicación.
En su decimotercera edición, se ha refinado la metodología para así reflejar una imagen más clara de la libertad económica. A los países se les asigna una puntuación porcentual en lugar de la evaluación del 1 al 5. Además, la libertad laboral (algo que antes sencillamente no era medible) se ha añadido como variable y otros factores diversos han sido perfeccionados para ofrecer mayor objetividad y mayor atención al detalle. A pesar de estos cambios, permanece un núcleo estable, empezando por nuestra tradición de mezclar "diez libertades" de forma equitativa para producir una puntuación simple e imparcial del total. La mayor parte de los 20 países más libres en el Índice del año pasado siguen estando a la cabeza, aunque otros que estaban en un punto intermedio del grupo han experimentado algunos cambios como resultado del mayor grado de detalle de la nueva metodología.
El Índice de 2007 muestra que la libertad económica en el mundo ha descendido ligeramente desde el año pasado pero sigue siendo alta. La libertad de Oriente Próximo ha crecido hasta sus más altos niveles desde 1995. Europa, Asia y el continente americano son las regiones más libres y cada una tiene algo especial que vale la pena resaltar. Asia tiene las 3 economías más libres de mundo pero también la restringe más libertades en el mundo entero. Europa tiene más de la mitad de los 20 primeros países y el continente americano alberga al país más rico y algunos de los países más dinámicos en el mundo.
El Índice de 2007 contiene dos capítulos escritos por académicos invitados – Xavier Sala-i-Martin, catedrático español de Economía en la Universidad de Columbia, y Johnny Munkhammar, experto sueco en Economía del Centro de investigación de libre mercado Timbro–, que documentan el crecimiento espectacular de los salarios debido a la globalización, igual que la vital importancia de la libertad laboral en Europa y otros lugares.
Esta edición también contiene una descripción de la nueva metodología y un nuevo capítulo completamente nuevo que analiza cada una de las cinco regiones geográficas, un enfoque importante a la hora de analizar la competitividad local. Y, por supuesto, incluye los habituales análisis de cada país para que así se pueda explicar en detalle cada una de las libertades en cada economía. Estas páginas incluyen nuevos gráficos que resaltan los puntos fuertes y débiles de cada economía.
No obstante, a un nivel mucho más personal, puede que la metodología académica y los gráficos cuidadosamente milimetrados no expliquen el mejor caso de libertad económica. El mundo real, quizá un paseo por las calles del centro de Hong Kong, es mucho más elocuente que lo que nosotros nunca podremos ser.
©2007 The Heritage Foundation
* Traducido por Miryam Lindberg
Edwin Feulner es el presidente de la Fundación Heritage.