La teoría económica no funciona en el vacío. Instituciones tales como la estructura de derechos de la propiedad determinan cómo se manifiesta la propia teoría. De igual manera, la ley de la gravedad no queda derogada cuando un paracaidista flota suavemente hacia tierra. El paracaídas simplemente afecta a cómo se manifiesta la ley de la gravedad.
No tener en cuenta el efecto de diferentes estructuras de derechos de propiedad sobre los resultados conduce a análisis viciados. Piense en varias preguntas. ¿Qué lago producirá peces más adultos y grandes, uno de propiedad pública u otro privado? ¿Por qué prosperaron los rebaños de vacas y no las manadas de búfalos? ¿Quién se preocupa más por una casa: el arrendatario o el propietario?
La respuesta a cada pregunta tiene que ver con la estructura de los derechos de propiedad. En un lago de propiedad pública, todo el mundo tiene derecho a los peces. Para ejercerlo, la persona tiene que pescarlos. Esto conduce a la sobrepesca, porque quien devuelve un ejemplar inmaduro al lago no se beneficia de su acción. Beneficia a otro, al que lo pesque cuando haya crecido. En cambio, un lago de propiedad privada es harina de otro costal. El propietario no necesita pescar los peces para ejercer sus derechos sobre ellos y puede dejar que crezcan. Ese mismo principio rige con los búfalos y el resto de animales salvajes de propiedad pública. A través de diversas leyes y regulaciones, los gobiernos, aunque imperfectamente, intentan solucionar este problema de derechos de la propiedad a través de licencias, temporadas de caza y pesca y fijando límites al número y tamaño de las capturas.
Los derechos de propiedad privada obligan al propietario a tener en cuenta el efecto que el uso actual de la propiedad tendrá sobre su valor dentro de 10 o 20 años. El casero tiene en eso un mayor papel que el arrendatario. Es más probable que sea el propietario el que haga sacrificios y opte por el tipo de cuidados que alargan la vida útil de la casa. Pero también tiene métodos para obligar a los arrendatarios a que compartan parte del interés del propietario haciéndoles pagar una fianza contra daños.
Hay un aspecto de los efectos de las restricciones sobre los derechos de la propiedad privada que se ignora por completo: las restricciones a los beneficios. Imagine que usted es propietario de una empresa. Hay dos secretarias igualmente capaces a las que usted podría contratar. La más guapa exige 300 dólares a la semana, mientras que la menos atractiva está dispuesta a trabajar por 200 dólares. Si usted contrata a esta última, sus beneficios aumentarán en 100 dólares. ¿Pero qué sucedería si hubiera un impuesto sobre los beneficios del 50%? Pues que se reducen sus derechos a los beneficios y, con ellos, los costes de seleccionar a la secretaria más atractiva. En lugar de renunciar a los 100 dólares que le costaría sin los impuestos, tendría que renunciar sólo a 50.
Cuanto más se reduce el coste de hacer algo, es de esperar que haya más personas que lo hagan. Allí donde los derechos de propiedad privada al beneficio son más débiles, es de esperar que se tomen más opciones por motivos no económicos tales como los atributos físicos o raciales. Ese es precisamente el caso en entidades sin ánimo de lucro como el Gobierno o las universidades.
Puede que le suene raro. Al fin y al cabo, tanto el Gobierno como las universidades tienen políticas de contratación preferente a favor de las minorías raciales. Ciertamente, ahora que es conveniente políticamente discriminar a favor de las minorías, están a la vanguardia. Pero cuando sucedía lo contrario, universidades y Gobierno fueron los líderes de la discriminación contra las minorías raciales.
Por ejemplo, en 1936, sólo había tres doctores en química negros empleados entre todas las universidades blancas de los Estados Unidos, mientras que la industria privada daba trabajo a 300. En el Gobierno, los negros eran sólo el 1% de todos los empleados del servicio civil no postal en 1930. Por cierto, ¿adivina por qué puerta entraron los negros en las universidades blancas? Si ha respondido que en los deportes, esa parte de la Universidad que gana dinero, puede considerarse aprobado.
Hay numerosas cuestiones y problemas que son inexplicables a menos que tomemos en consideración la estructura de derechos de propiedad.
