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Agapito Maestre

Política fiscal de Rajoy

No puedo dejar de sustraerme a tildarla de populista, es decir, mientras que por un lado esta opción de Rajoy ahorraría, o mejor eximiría a unos de pagar impuestos, serían otros lo que tendrían que pagarlos.

Entre el triunfo absoluto y la derrota sin paliativos, entre apabullar al adversario y aceptar todas las condiciones del vencedor, siempre hay posiciones intermedias en la política, entre otras razones porque en democracia nunca existen victorias totales. A Rajoy, sin embargo, no le parece suficiente esa posición intermedia, que algunos llaman centrismo y otros califican de propuestas racionales de carácter liberal para desviar un millón de votos del PSOE al PP. A Rajoy no le basta con proponer una política liberal de reducción y supresión permanente de impuestos indirectos, sino que se acerca a las políticas neopopulistas de sus adversarios socialistas, y pretende una reducción de impuestos sobre la renta que tendrá efectos sobre más, seguramente muchos más, de siete millones de ciudadanos.

De ser reales las propuestas de Rajoy, serían muchísimos, en efecto, los contribuyentes que se verían liberados de pagar IRPF porque ganan menos de 16.000 euros anuales; pero, sin duda alguna, serán más de un millón y medio de afectados, exactamente los que necesita el PP para ganar por mayoría, los que pagarán, o mejor, adelantarán lo que los primeros no pagan. En este punto las cuentas del Estado son exactas, o sea, cuando se dejar de ingresar al fisco, alguien tiene que pagar. ¿Quién pagará? Seguramente, esos que, en principio, deberían desviar su voto del PSOE al PP. No obstante, no conviene sacar conclusiones apresuradas; por eso, precisamente, no calificaré la medida de Rajoy de oportunista, temeraria o disparatada, porque podría caer en lo que crítico.

Pero no puedo dejar de sustraerme a tildarla de populista, es decir, mientras que por un lado esta opción de Rajoy ahorraría, o mejor eximiría a unos de pagar impuestos, serían otros lo que tendrían que pagarlos. Eso sin contar que los impuestos indirectos se gravarán, si la clase media baja, esa que pasa de los 16.000 euros al año, no fuera suficiente para pagar a los exentos de contribuir al fisco. En cualquier caso, la pregunta política de carácter electoral sigue abierta: ¿conseguirá el PP con esta medida ese millón y medio de votos más que necesita para ganar las elecciones? No lo sé, pero sospecho que no por lo que acabo de razonar. No digo que no existan otras medidas para atraer ese millón y medio de votos de la clase media más ilustrada, pero, desde luego, no creo que sea la mejor manera de atraerla esta política fiscal, o mejor, convertir la política fiscal, en general, en el campo de batalla principal de las distribuciones sociales inmediatas y al fisco, en particular, en la arena de la lucha de clases sociales.

Creo que esta medida es populista, entre otras razones, porque no puede explicar con contundencia porqué no pagarían al fisco las rentas de 16.000 euros y sí las de 16.500 euros, por poner un ejemplo. Unos y otros estarían en la misma franja social, a pesar de la medida de Rajoy. Nada, en fin, tiene que ver esta medida, a espera de ser estudiada en profundidad, con la famosa Enmienda 13 de California, que sirvió de modelo a la primera administración Reagan para una amplia reducción de impuestos. En efecto, creo que esta propuesta está en las antípodas de una reducción drástica de las tasas básicas fiscales del impuesto sobre la renta que afectaba a todos los contribuyentes, y además iba acompañada de medidas amplias para facilitar la amortización y otros decretos especiales con el objeto de ahorrar impuestos indirectos. En verdad, me cuesta entender por qué Rajoy ha preferido acercarse a la política de sus adversarios antes que aceptar que las victorias totales en política son imposibles. Quizá me equivoque, pero centrar el discurso político de aquí a las elecciones en la reforma de la estructura tributaria en general, y la reducción de impuestos directos en particular, como ha hecho Rajoy en esta conferencia política, me parece un poco oportunista y temerario.

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