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Carlos Rodríguez Braun

Extraña polémica sobre privatizaciones inexistentes

Cuando se habla de privatizar prácticamente nunca se habla de transferir la propiedad a los particulares. En la "privatización" de la sanidad o del alumbrado la propiedad y el control siguen siendo públicos

Titular de El País sobre una noticia adelantada por Expansión: "Gallardón también quiere privatizar el alumbrado". Parece que se extiende una manía nada saludable de privatizar todo, también el alumbrado. Y hablando de salud, en el mismo diario leí un reportaje titulado: "Cuando la sanidad pública es un negocio". Según el pensamiento único la sanidad es un derecho y no un negocio, porque su objetivo es garantizar la asistencia médica a los ciudadanos, no obtener beneficios. Los populares se defienden con argumentos de este estilo: "el sector privado tiene mayores estímulos para gestionar mejor, lo que permite un ahorro de costes importante".

Conviene distinguir dos niveles de la discusión. El primero y más inmediato es el de la validez instrumental de la privatización. El más profundo, y lamentablemente poco ponderado, es el de la existencia de tal cosa como la privatización.

El PP recurre a un discurso liberal, pero jamás sale del primer nivel, que no atañe a los principios sino a la eficiencia. Los liberales han recurrido a este plano con frecuencia, dados los incentivos y la productividad que el mercado registra con clara superioridad frente a sus alternativas. El inconveniente de limitarse a esta estrategia es que reduce la libertad a un medio, en franca competencia con otros. Los debates instrumentales sobre la privatización y el mercado no sólo ceden terrenos clave a los enemigos de la libertad sino que excluyen la opción de la privatización entendida para que tenga algún sentido.

Según el DRAE, privatizar es "transferir una empresa o actividad pública al sector privado", siendo privado lo "que no es de propiedad pública o estatal sino que pertenece a los particulares". Pero cuando se habla de privatizar prácticamente nunca se habla de transferir la propiedad a los particulares. En la "privatización" de la sanidad o del alumbrado la propiedad y el control siguen siendo públicos, y no hay más novedad que esa cosa rara de "privatizar la gestión".

Las Administraciones Públicas siguen quitándole el dinero a la gente con la excusa de la sanidad, pero dejan de hacer directamente los hospitales, y pagan a unas empresas tanto dinero por paciente o por usuario durante un determinado tiempo. El modelo de Estado del Bienestar continúa tal cual, la propiedad pública no cambia, y lo único que pasa es que los costes son menores y los impuestos también... si todo sale bien, que igual no sale. Y si no sale, posibilidad razonable dados los extraños incentivos que incorpora este sistema espurio, entonces, lógicamente, la culpa será del mercado y de la privatización.

Otro tanto sucede con la supuesta privatización de Gallardón. Estuvo bien el ABC al titular: "El Ayuntamiento estudia 'privatizar' el alumbrado público". Privatizar entre comillas, claro que sí.

En Libre Mercado

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