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Agapito Maestre

Zapatero en los tribunales

Sospecho que Zapatero se queda con esa cantidad, y quizá con otras que tenga comprometidas, porque las necesita para seguir comprando votos para los socialistas. Es lo normal. Un Gobierno de bárbaros no puede hacer otra cosa que no sean barbaridades.

La Comunidad de Madrid se ha quedado sin 418 millones de euros que le había prometido Zapatero. Era una suma reservada para la sanidad madrileña. Rodríguez Zapatero, sin embargo, ha dicho que a la señora Aguirre no le da ni agua. Quizá a Sanz, el de Navarra, si se porta bien, le caerá algo, pero a quien haga oposición con contundencia desde los mesogobiernos regionales los perseguirá hasta eliminarlos. Sospecho que Zapatero se queda con esa cantidad, y quizá con otras que tenga comprometidas, porque las necesita para seguir comprando votos para los socialistas. Es lo normal. Un Gobierno de bárbaros no puede hacer otra cosa que no sean barbaridades, es decir, cargarse el Estado de Bienestar en la Comunidad de Madrid y, de paso, en el resto de España, porque lo que sucede en Madrid, lo quiera o no el jefe de la Moncloa, repercute en todo el país, sobre todo, si se tiene en cuenta que la Comunidad de Madrid es donde el incremento de la población ha sido más alto.

¿Cómo combatir ese sectarismo cruel que tanto apoyo tiene en los medios de comunicación y en once millones y medio de votantes? Supongo que haciendo oposición seria y contundente, o sea, algo en los antípodas de lo practicado por el señor Rajoy. Acaso por eso, por practicar otro tipo de oposición, el mesogobierno de la señora Aguirre acusa al Gobierno central de insolidario y lo lleva a los tribunales de lo contencioso-administrativo. Está bien. No seré yo quien objete nada contra el Gobierno presidido por Esperanza Aguirre. Pero no creo, como sospecho que tampoco lo cree Aguirre, que los jueces consigan hacer justicia en un país que todo depende de lo que dice el Gobierno de los socialistas. A pesar de todo, quizá salte la liebre. Quizá haya un juez no contaminado de populismo socialista. Quizá una sentencia obligue a Zapatero a abonar los 418 millones de euros a los ciudadanos de la Comunidad de Madrid. Ojalá.

Pero, aún en el mejor de los casos, todo llegará tarde y mal. A la larga no sé quién sacará más partido de la medida de Aguirre. Pues que los gobiernos neopopulistas del tipo Zapatero necesitan siempre más conflicto, casi violencia, más enfrentamiento. Viven de lo que desprecian. Ser llevado a los tribunales lo venderán como un acto de grandeza. O peor, se reirán de la salida "jurídica" buscada por Aguirre. Les va la marcha del engaño y el insulto, la descalificación y la utilización de los tribunales de "justicia". Todo, tribunales y jueces, instituciones y funcionarios, es usado por los socialistas como pañuelos de usar y tirar. No tienen otra intención que culpar de sus males a los otros.

Pero, sobre todo, los gobiernos neopopulistas se sienten a sus anchas ante el mal. Éste es imprescindible para su salvación particular. La economía del mal –cuanto peor, mejor, o sea, cuanto más terror y revolución, decía Lenín, mejor y antes llegará el comunismo– contribuye decisivamente, como expresa la película Tiro en la cabeza –pieza esencial de la izquierda a la apología del terrorismo–, a la consecución del bien socialista. Son gobiernos oportunistas. Gnósticos, sin duda alguna. Perversos. Y, sobre todo, impíos y astutos porque, hoy, dicen una cosa y mañana la contraria. Impío y astuto es el Gobierno de Zapatero, porque impío es prometer algo, nada más y nada menos que 418 millones de euros, que luego se niega a pagar; pero, si alguien le obligara a cumplir la deuda, estoy convencido de que su astucia será mayor, pues que pocos dudarán del reproche que el PSOE lanzará contra el PP: "¿Cómo el Gobierno de Madrid, ante la crisis que asola España, puede ser tan insolidario al solicitar lo que el gobierno de Zapatero tiene que repartir entre los más desfavorecidos?"

Filfa populista. Bochorno y esperpento es nuestro destino político.

En Libre Mercado

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