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Juan Morote

La banca gana, la libertad pierde

Se está presentando al mercado financiero como la quintaesencia del anarcocapitalismo. Nada más falso, ya que si hay un mercado intervenido ese es el financiero; especialmente en España.

Escribió Ayn Rand:

La libertad y la razón son corolarios. Su acción es recíproca. Cuando los hombres son libres triunfa la razón, cuando los hombres son racionales la libertad se impone. La libertad intelectual no puede existir sin libertad política y la libertad política no puede existir sin libertad económica. Una mente libre y un mercado libre son también corolarios.

Es increíble la capacidad profética de Ayn Rand. Asistimos estos días a un ritual de apareamiento de los socialistas de todos los partidos, camuflados unos, descubiertos los otros. Es una ceremonia de la vergüenza que les provoca la libertad. Dirigentes de los principales partidos se suman entusiastas a las decisiones intervencionistas en detrimento de las reglas del mercado. Y lo hacen todos amparándose en una gran mentira bien orquestada. Algunas de sus apoyaturas son las siguientes:

En primer lugar, se está presentando al mercado financiero como la quintaesencia del anarcocapitalismo. Nada más falso, ya que si hay un mercado intervenido ese es el financiero; especialmente en España donde un gran porcentaje de entidades financieras son públicas.

En segundo lugar, se está induciendo a confusión a los ciudadanos presentando como si fueran corolarios de una misma proposición el actual sistema financiero y el modelo de sociedad liberal, que nada tienen que ver. Si los órganos reguladores hubieran ejercido su función de control, al margen de los intereses de los políticos, no nos hallaríamos donde estamos.

En tercer lugar, se está aprovechando la coyuntura para recortar la libertad de los mercados, so pretexto, de que si el Estado no incrementa su presencia no se pueden garantizar los derechos de los ciudadanos.

Se está mintiendo a los ciudadanos, el PSOE lo hace para esconder su incapacidad de resolver las deficiencias estructurales de la economía española y su falta de pericia para afrontar los verdaderos retos de nuestro sistema productivo. El PP, por si la cosa se pone peor, que no le digan que no fue porque él no quiso. Ya se sabe, en este caso el PP está p´ayudar, aunque no sepa si lo ayudado es el liberticidio, el expolio del contribuyente o ambas cosas.

El resultado de tanto disparate es un 15% del PIB que va a gestionar José Luis Rodríguez Zapatero. La cantidad de dinero prevista en el Decreto supone para cada contribuyente el triple de dinero que le va a costar a los contribuyentes norteamericanos la intervención de su Gobierno.

En resumen, estamos ante un sistema financiero que viciado por la injerencia del poder político, y cuyos reguladores actúan al dictado de éste, se revela ineficaz para desempeñar la misión que inicialmente tiene encomendada. Lo lógico sería erradicar la intromisión del poder político. Pues no. La solución por la que se ha optado es la de favorecer aún más la intromisión del poder, especialmente la del ejecutivo.

Esta paradójica situación sólo va a tener un resultado, como en el casino, la banca gana y el ciudadano pierde, ya que paga con su dinero por un lado y con su libertad por otro.

En Libre Mercado

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