Menú
Walter Williams

¿Hay que socializar la sanidad?

750.000 británicos se encuentran en lista de espera para ingresar en un hospital. El Servicio Nacional de Salud de Gran Bretaña espera reducir el tiempo de espera máximo a 18 semanas.

Uno de los temas más recurrentes de esta última campaña electoral ha sido "una sanidad asequible". ¿No deberíamos preguntarnos si queremos que los políticos que nos trajeron la vivienda "asequible" que ha provocado la debacle financiera actual, ahora nos aporten también la sanidad "asequible"? ¿No deberíamos preguntarnos también cómo van las cosas en los países donde la medicina ya está socializada?

La publicación anual del Fraser Institute, radicado en Vancouver, Columbia, Espere su turno informa que el tiempo medio en lista de espera en Canadá desde la remisión de un paciente por parte del médico de cabecera a un especialista es de entre cinco y cuarenta semanas (dependiendo de la disciplina). La espera para un diagnóstico, como una resonancia magnética o una tomografía, oscila entre cuatro y veintiocho semanas.

Según The Grass Is Not Always Greener, firmado por Michael Tanner en Análisis Político del Cato Institute (18 de marzo del 2008), la Clínica Mayo atiende a más de 7.000 pacientes extranjeros al año, la Clínica Cleveland a 5.000, el Hospital Johns Hopkins a 6.000 y cada año uno de cada tres médicos canadienses envía un paciente a Estados Unidos para su tratamiento. Si la medicina pública es tan estupenda, ¿por qué envían a Estados Unidos pacientes los médicos canadienses, y por qué el Gobierno canadiense gasta más de mil millones de dólares al año en sanidad en nuestro país?

El sistema socializado de Gran Bretaña no queda en mejor situación. En la actualidad, 750.000 británicos se encuentran en lista de espera para ingresar en un hospital. El Servicio Nacional de Salud de Gran Bretaña espera reducir el tiempo de espera máximo a 18 semanas. El retraso en los servicios sanitarios no genera sólo pequeños inconvenientes sino que puede ser mortal. Tanto en Gran Bretaña como en Canadá muchos pacientes con enfermedades que son tratables en el momento del diagnóstico pasan a ser incurables para cuando se les atiende o incluso se debilitan demasiado como para practicar ya la cirugía. El Primer Ministro británico Gordon Brown planea promulgar una "constitución" que fije los derechos y las responsabilidades de su sistema de salud. Según una información del Telegraph (1 de febrero de 2008), "A lo que el plan [de Gordon Brown] parece reducirse en la práctica es a apuntalar los derechos del Gobierno a no preocuparse del tratamiento de los pacientes, y a la obligación de éstos de contentarse con lo que el Estado decida ofrecer". Eso significa que se les puede negar la atención médica a la gente que tiene hábitos poco saludables como fumar, las personas obesas con insuficiencia cardiaca o aquellas que enferman por no realizar ejercicio regularmente, incluso si pagan impuestos para financiar la sanidad pública.

El plan de sanidad gubernamental puede volverse aun más macabro, como se informaba en el artículo de Human Events (17 de enero de 2008) titulado "Gordon Brown quiere sus órganos" firmado por Susan Easton. Al igual que en Estados Unidos, muchos británicos fallecen en lista de espera para trasplantes de órganos. El Primer Ministro tiene una solución llamada "Plan de consentimiento tácito". Easton afirma: "Si usted no tiene específicamente un testamento donde se diga que claramente "dejen en paz mi cadáver" o a menos que la familia de uno esté al tanto para poner objeciones, los restos mortales de cada persona se considerarán jurídicamente la materia prima para un festival de casquería". Los partidarios del plan argumentan que lo que se hace con los órganos de la gente después de su muerte no debe depender de la familia. Una visión así difiere poco de aquélla en la que uno se convierte en propiedad del Estado después de su muerte.

Por supuesto, si la medicina socializada se convierte en una realidad aquí, los estadounidenses podrán hacer lo mismo que muchos británicos. Easton relata que "más de 70.000 británicos –conocidos como turistas sanitarios– se han ido a la India, Malasia o Sudáfrica nada menos que para realizarse operaciones importantes. Se espera que esta cifra alcance los 200.000 antes del final de la década".

Los problemas sanitarios que tenemos en Estados Unidos no se deben a que gocemos de un libre mercado sanitario: más del 50% de todos los gastos sanitarios los realiza el Gobierno. Y allí donde el Gobierno gasta, el Gobierno regula. Es verdaderamente sorprendente que los americanos que no están satisfechos con el nivel actual de la sanidad pública en Estados Unidos pidan más de lo que ha creado el problema desde el comienzo. Y cualquiera que piense que una sanidad públicaa la estadounidenseva a ser diferente de la de Canadá, Gran Bretaña, Suecia o Francia se lo tiene que hacer mirar.

En Libre Mercado

    0
    comentarios