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Adrián Ravier

Keynes y Friedman se equivocaron

¿Cómo explica la Escuela de Chicago el desplome bursátil? ¿Cómo explicaría Friedman la burbuja inmobiliaria y la caída en los precios de los inmuebles? ¿Se sigue manteniendo que la política monetaria no tiene efectos reales sobre la economía?

En estos tiempos de penuria, la mayoría de economistas mira hacia atrás y compara la crisis actual con la ocurrida en la Gran Depresión de los años treinta.

Sobre ese período hay tres interpretaciones principales. Primero, la keynesiana, desarrollada por Lord Keynes para provocar una contrarrevolución en el ambiente académico y devolver a las universidades las desprestigiadas teorías mercantilistas.

Segundo, la visión de la Escuela de Chicago, que al contrario de Keynes no considera que la crisis se debiera a la inestabilidad del sistema capitalista, sino a un error de la política monetaria. Friedman asegura que el fallo fue no haber mantenido una política monetaria "estable".  De haber mantenido la misma tasa de expansión del crédito para el período 1924-1928, Estados Unidos y el mundo no habrían tenido que pasar por aquella dolorosa depresión.

Tercero, la visión de la Escuela de Viena, que al igual que la de Chicago desconfía de la visión keynesiana. No obstante, si bien reconoce que el error estuvo en la política monetaria, no se concentra en la contracción iniciada en 1928-1929, sino en el proceso de expansión crediticia iniciado en 1924.

Tenemos aquí un gran debate que los economistas nos deberíamos replantear: Friedman asegura que la política monetaria debió seguir su camino y entonces se habría evitado la Gran Depresión. Mises y Hayek, por su parte, afirman que una vez iniciado el proceso de expansión, la recesión era inevitable.

La actual crisis global tiene una característica distintiva respecto de aquella Gran Depresión: si bien ha habido en los últimos años períodos de desaceleración económica (por ejemplo, 2001 y 2002), la Reserva Federal nunca emprendió un proceso de contracción monetaria como el de 1929-1933.

¿Por qué entonces estamos sufriendo un proceso de crisis y depresión que ha llevado a Estados Unidos a su mayor retroceso económico en 26 años? ¿Cómo explica la Escuela de Chicago el desplome bursátil? ¿Cómo explicaría Friedman la burbuja inmobiliaria y la caída en los precios de los inmuebles? ¿Qué respuesta se nos ofrece sobre las enormes cantidades de empleos destruidos que cada día saltan a los titulares de todos los diarios? ¿Se sigue manteniendo que la política monetaria no tiene efectos reales sobre la economía?

La actual crisis también fue provocada por errores de política monetaria. Pero no porque haya habido una "gran contracción" por parte de la Reserva Federal, semejante a aquella de la década de los treinta, sino ésta y también el Banco Central Europeo y el de Japón –podríamos enumerar a prácticamente todos los bancos centrales– han creado esta "burbuja económica" que necesariamente se debía desinflar.

Numerosos empresarios e intelectuales, entre ellos economistas de todas partes del mundo, se han reunido en Davos para intentar explicar qué ocurrió y qué medidas se pueden tomar para evitar crisis semejantes en el futuro. El desconcierto no tiene antecedentes.

Davos nos ha dejado una importante conclusión: es necesario un cambio de paradigma para entender cómo funciona el mundo, para entender lo que ocurrió en esta "segunda Gran Depresión" y, desde luego, para entender qué reformas son necesarias con el objetivo de que esta crisis no se repita. Hayek tenía razón en su interpretación de la Gran Depresión de los años treinta. Mises, su maestro, junto a toda la Escuela de Viena, nos han dejado un paradigma económico alternativo que todos los economistas debieran empezar a considerar seriamente.

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